Hace unos meses ingresó al Congreso un proyecto de ley que pone en riesgo directamente a la libertad de prensa. La “Ley Mordaza 2.0”, como ha sido catalogada, plantea que los periodistas podrían incluso caer en prisión por la iniciativa legislativa que busca evitar filtraciones de procesos penales, modificando diversos cuerpos legales y así tipificar la divulgación indebida de determinados antecedentes. Del terror…

Este proyecto ha sido calificado por algunos sectores como un atentado contra la democracia. Para otros cuantos ligados al mundo de la política, no les incomoda tanto. Mientras menos se pueda hablar de investigaciones, dudas, poca transparencia, o falta de pulcritud en sus acciones, mejor. Algunos argumentan que limita la transparencia y el acceso a la información, lo cual es fundamental para el funcionamiento de una sociedad democrática. Pero para otros, es el escenario perfecto para hacer y deshacer sin tener que dar explicaciones a nadie. Y si se las pidieran, que no se sepa…

Hace algunos días el gobernador Jorge Flies decidió querellarse en contra de dos parlamentarios, seis consejeros regionales y un periodista por injurias y calumnias. “Tendrán que demostrar lo que están diciendo (…) Nos vamos a querellar contra insinuaciones que ya sobrepasan la normalidad”, señalaba en su momento… Junto a abogados que trabajan para la Gobernación Regional avanzó en las acciones jurídicas, aunque con poquísima información pública, tratando casi de no responder nada acerca del tema, y menos entregar detalles obvios de una acción tan relevante como esta.

Un paréntesis… Fíjense que la propuesta que se discute en el Congreso ha sido bautizada por sus detractores como la “Ley Mordaza 2.0”, en alusión a un intento fallido de 2016 que buscaba limitar la publicación de información en situaciones de alta connotación pública, como lo son actualmente los casos de corrupción que han afectado al mundo político en los últimos meses, como ProCultura, por ejemplo. Se buscan sanciones para quienes entreguen, informen, difundan o divulguen información sobre investigaciones secretas. Es decir, la búsqueda del secretismo a como de lugar.

Volviendo a Flies, las acciones muy poco claras respecto de sus querellas por injurias y calumnias hablan aún peor de situaciones como estas. Porque lo que han hecho parlamentarios y consejeros de derecha es sencillamente basado en antecedentes que les han hecho llegar, ingresar aquella información a la Contraloría General de la República, para que se investigue dicha información. Es más, si no lo hicieran, teniendo los antecedentes en su poder, serían cómplices si se llegara a descubrir alguna anomalía. ¿Se entiende? Espero que sí.

No basta con que salgan otros consejeros a defender a Flies, o al proceso que se llevó adelante con la compra de la famosa casa del juez Vera, y la casa que luego compró Vera a una sociedad donde es parte la esposa del gobernador Flies. Lo que se debe hacer es lo que se debe hacer, siempre investigar, siempre tener un pensamiento crítico, siempre buscar la verdad, y definir si los antecedentes con que se cuentan son verdaderos o falsos. Simple.

Jorge Flies, lamentablemente, ha demostrado varias fallas en su comprensión respecto del escenario en que se encuentra. Y no vamos a hablar de los casos en los que se le investiga, si no en sus formas comunicacionales que ha elegido para recorrer el camino. Claramente no tiene asesorías actualizadas ni con un entendimiento real de lo que está pasando con su imagen. La mala pega de su equipo ha llegado a límites de la censura, de no responder invitaciones, y no acudir a entrevistas donde siempre iban. Pero que dejaron de ir porque ahora se les critica. El mal entendimiento de las relaciones humanas y el deber en el rol que se debe cumplir, incluso en el periodismo, simplemente no es digno de análisis dentro de las oficinas del Gore. Pero aún, el gobernador ha decidido querellarse incluso contra un periodista. Sin dar detalles, ni explicaciones.

¿Qué hace el gobernador y su equipo? ¿Intentan infundir miedo? ¿Quieren que los medios de comunicación digamos, hablemos y preguntemos solo lo que ellos quieren? ¿Y nos quieren amedrentar con querellas, con juicios, y con la censura disfrazada de indiferencia, y de faltas de respeto al ni siquiera responder a invitaciones?

Más demuestran descontrol, no saber qué están haciendo, con las consecuencias correspondientes acerca de la imagen de una autoridad regional. Con un equipo sin respuestas creativas, sin comprensión estratégica, y con una máquina de hacerse de enemigos… Todo inconducente y preocupante.

El Colegio de Periodistas debe también pronunciarse sobre el tema. La negación de entrevistas de personeros públicos que son autoridades, y las querellas contra periodistas, tienen que ser temas tratados con seriedad y valentía. Me encantan los reconocimientos a quienes han hecho mucho por el periodismo, me gusta que se auto celebren en fechas especiales, pero se hace necesario entrar a la cancha en serio, en temas que son peligrosos para una sociedad democrática.

Tal vez, después de estas palabras, en la desorientación del mundo Flies decidan querellarse… O aumentar la indiferencia (que ya poco se puede aumentar). Tal vez, porque uno se pregunta cosas, porque ve errores y cumple con darlos a conocer, quizás porque no les gusta lo que uno hace, podría ser porque le acomoda la Ley Mordaza, o porque no comprenden lo que están haciendo.

Jamás nos olvidemos que la prensa libre actúa como un “guardián” que está vigilando a los gobiernos de turno, a sus autoridades, y a instituciones en general. Trabajamos para exponer la corrupción y el abuso de poder. 

Intentamos garantizar que las autoridades rindan cuentas por sus acciones y decisiones, con transparencia y pensamiento crítico. Es crucial que las autoridades respeten a la prensa y por ende a la libertad de prensa y expresión. Repito, son pilares fundamentales de una sociedad democrática y un contrapeso necesario al poder político. 

Seguiremos adelante, en contra de querellas o acusaciones infundadas, para que los ciudadanos accedan a información veraz y diversa, potenciando día a día un debate público abierto y plural.