Chile, el país más burocrático de Iberomérica para abrir y sostener una empresa
Chile lidera un ranking que en más de una forma explica su caída en inversiones y los bajos índices de crecimiento en los últimos años.
El Índice de Burocracia 2025, elaborado por el Adam Smith Center de la Universidad Internacional de Florida (FIU) junto con Atlas Network, posiciona a Chile como el país iberoamericano con mayores trabas burocráticas para abrir y operar empresas medianas.
Este estudio, que abarca 18 países de Latinoamérica, el Caribe, España, Portugal e Italia, explica que las empresas chilenas destinan 5.227 horas (equivalentes a más de dos años de jornadas laborales) para tramitar la apertura de un negocio, liderando el ranking por encima de Argentina (4.496 horas) y Panamá (3.392 horas). Por su lado, Brasil destaca como el menos burocrático, con solo 284 horas.
El informe analiza el Índice de Burocracia de Funcionamiento, donde Chile nuevamente encabeza la lista, con 5.860 horas anuales dedicadas a cumplir exigencias administrativas para mantener un negocio operativo.
Estas cifras superan por mucho el promedio regional de 1.577 horas anuales, seguidas por Colombia (5.237 horas) y Perú (3.471 horas).
Países como Panamá (246 horas) y España (342 horas) muestran procesos bastante más ágiles. Este panorama refleja un desafío significativo para las PYMES, consideradas el motor del empleo y la innovación, pero que enfrentan trabas que limitan su crecimiento y sostenibilidad, según Sary Levy Carciente, coordinadora del estudio.
En Chile, los trámites por permisos para actividades productivas, en especial en el sector de la construcción, son los más engorrosos, consumiendo una cantidad desproporcionada de tiempo, según se desprende del reporte.
Aunque el país ha avanzado en la digitalización de procesos en los últimos años, la carga administrativa continúa siendo abrumadora, en particular para empresas medianas con 50 a 250 empleados y facturaciones entre 100.000 y 3 millones de dólares anuales.
La burocracia no solo implica un costo temporal, sino también económico: se estima que los costos de oportunidad en la región alcanzan los 110.500 millones de dólares anuales, con 16.000 millones asociados a la apertura y 94.500 millones al funcionamiento de empresas.
A pesar de estos desafíos, Chile mantiene fortalezas como la estabilidad política y la apertura comercial, lo que lo posiciona como un destino atractivo para la inversión extranjera, según el Índice Global de Complejidad Empresarial de TMF Group.
No obstante, las críticas, como las manifestadas por el expresidente Eduardo Frei, destacan la necesidad de abordar la “permisología” para facilitar los negocios. En respuesta, el gobierno chileno ha prometido simplificar trámites, respetando la legislación vigente, para impulsar la inversión.
