A pesar del enorme potencial natural y los ambiciosos anuncios oficiales, la industria del hidrógeno verde en Magallanes enfrenta una serie de trabas que amenazan retrasos sustanciales o incluso la suspensión de varios proyectos. Aquí una radiografía de los principales desafíos:

Principales problemas identificados

-Desaceleración global del sector
La empresa Ignis Energy anunció la suspensión de su proyecto en Tierra del Fuego (Magallanes) alegando una desaceleración en las expectativas globales del hidrógeno verde. Esto ha generado preocupación en la región sobre la fuga de inversiones.

-Tramitación ambiental cargada de observaciones
El megaproyecto H2 Magallanes (TotalEnergies H2) solicitó que se suspenda su proceso de evaluación ambiental, debido a una gran cantidad de observaciones sobre impacto en ecosistemas marinos, flora, fauna y participación ciudadana. Algunos de estos puntos debieran ser revisados en detalle antes de avanzar.

-Plazos extendidos en permisos y evaluaciones
Las observaciones al diseño del proyecto, junto con requerimientos técnicos, hacen necesario posponer entregas de antecedentes hasta diciembre de 2026, al menos para algunos iniciativas. Esto retrasa considerablemente la puesta en marcha.

-Incertidumbre regulatoria y normativa
Existe preocupación regional por lo que autoridades identifican como “dificultades regulatorias” en Chile, que se han convertido en obstáculos para la concreción de grandes inversiones. Las reglas y exigencias no siempre están claras, lo que complica la planificación de los proyectos a gran escala.

-Riesgo de pérdida de inversiones
Las autoridades regionales advierten que, ante estas barreras, los inversionistas podrían optar por otras regiones o países con marcos regulatorios más estables, lo que implicaría una pérdida de oportunidades para Magallanes.

Contexto de proyección

Es importante recordar que Magallanes ha sido señalado como uno de los polos de desarrollo fundamentales del hidrógeno verde en Chile. El proyecto H2 Magallanes, de la empresa Total Eren, anunciado en 2021, contemplaba una capacidad de hasta 10 GW eólicos, 8 GW de electrólisis, una planta desalinizadora, planta de amoníaco y exportación marítima, con inicio estimado de producción para 2027. 

Además, Corfo ha impulsado iniciativas como un llamado para promover la fabricación local de electrolizadores y la instalación de un Centro Tecnológico de Hidrógeno en Magallanes, lo que evidencia políticas de soporte institucional al desarrollo de la industria. 

Implicaciones y perspectivas
• Si no se resuelven las demoras en evaluación ambiental, los proyectos podrían sufrir sobrecostos, pérdida de competitividad o incluso desistimiento.
• La comunidad local y los actores involucrados (empresarios, autoridades) exigen mayor claridad normativa y plazos definidos para que los proyectos no queden varados en burocracias.
• Para sostener la confianza de los inversionistas, será clave que el gobierno presente señales fuertes de continuidad, reglas claras y mecanismos de mitigación de riesgos.
• A pesar de los obstáculos, los beneficios potenciales para Magallanes son grandes: generación de empleo, desarrollo tecnológico, diversificación productiva y posicionamiento en un mercado global creciente.