Cormag: La corporación regional que se transformó en puente financiero del Gobierno Regional [Por Mauricio Vidal Guerra]
Aunque la Corporación de Desarrollo de Magallanes y de la Antártica Chilena (Cormag) nació con el objetivo de convertirse en un instrumento ágil para impulsar el desarrollo productivo y la innovación en la región, con el paso del tiempo su rol se ha ido desdibujando. Hoy, la entidad se encuentra en el centro del debate político y administrativo, acusada de operar más como un intermediario financiero que como un verdadero ejecutor de proyectos de desarrollo.
A diferencia de una fundación o corporación privada común, la Cormag fue creada e impulsada directamente por el Gobierno Regional de Magallanes, que además es su único gran financista. En la práctica, se trata de una figura híbrida: una corporación de derecho privado, pero sostenida completamente con fondos públicos. Esta particularidad le otorga flexibilidad en la gestión, aunque también genera cuestionamientos respecto a su nivel de fiscalización y transparencia, ya que no se rige por las mismas normas que las reparticiones del Estado, pero se financia con fondos del Estado.
Si bien su diseño institucional buscaba ejecutar iniciativas propias o en alianza con el sector privado, la mayor parte de los recursos asignados a la Cormag se han transferido a otras fundaciones, corporaciones y universidades, actuando como una suerte de canal de distribución de fondos públicos. Ese modelo ha sido duramente criticado por algunos consejeros regionales, quienes consideran que no tiene sentido crear una corporación para financiar a otras.
El punto central de la controversia radica en que, mientras el Gobierno Regional podría transferir directamente los fondos a las entidades beneficiarias mediante los mecanismos tradicionales —como el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR)—, la existencia de una corporación intermedia añade una capa administrativa adicional, con mayores costos y menor claridad sobre la trazabilidad de los recursos.
Para sus críticos, la Cormag ha terminado siendo una “fundación que financia fundaciones”, perdiendo de vista su propósito original: diseñar y ejecutar proyectos que impulsen el desarrollo de Magallanes. La propia gerenta de la entidad, Yenny Oyarzo, ha defendido que la corporación aún se encuentra en proceso de instalación (la entidad fue creada hace más de dos años) y que su función no es crear industrias ni operar como un servicio público, sino articular y facilitar el desarrollo regional. Sin embargo, la distancia con el Consejo Regional crece, en un escenario donde los resultados siguen siendo escasos y las expectativas, cada vez más altas.
Gerenta de Cormag cuestiona al Core: “Desconocen cómo funciona la corporación”
En un duro pronunciamiento, la gerenta general de la Corporación de Desarrollo de Magallanes y de la Antártica Chilena (Cormag), Yenny Oyarzo Alvarado, en una entrevista otorgada a LPA apuntó directamente a los miembros del Consejo Regional (CORE) por lo que calificó como un desconocimiento de las funciones de la entidad que dirige y por un “reclamar permanente” hacia la corporación sin fundamentación.
“Yo creo que lamentablemente hay un desconocimiento y, a pesar de que nosotros hemos ido en varias ocasiones al Core, me extraña mucho lo que ha salido en las últimas dos publicaciones por parte de ellos, porque uno los escucha en las sesiones de Core y ellos siempre están reclamando y diciendo que están cansados de materializar las políticas públicas nacionales”. señaló además.
Los consejeros regionales han manifestado un creciente malestar con la gestión de Cormag. Hace algunos días, desde ZonaZero.cl se apuntaba que “a tres años de su creación, aún dista mucho de lo que fue su antecesora”. Entre los reproches figura su baja ejecución presupuestaria, más de $3.600 millones asignados este año varios consejeros han acusado a la corporación de “no presentar proyectos concretos”, pese a años de funcionamiento.
Ante estos cuestionamientos, Oyarzo insistió en que Cormag aún “está en fase de instalación institucional”, y recalcó que eso implica reglamentos internos, definición de líneas de acción y estructuración de equipos.
De forma especialmente crítica, algunos defensores de la corporación señalan a los consejeros diciendo que “tratan de desconocer parte de lo que deberían conocer del órgano que supervisan”. En su visión, ello obedece a una falta de acercamiento, de diálogo y de comprensión de los marcos en que opera la entidad.
La distancia entre los consejeros regionales y la gerenta de Cormag se torna cada vez mayor: por un lado, una directora que reclama reconocimiento institucional y conocimiento del modelo; por otro, miembros del CORE que exigen hechos, proyectos y claridad.
Mientras tanto, la corporación declara que “no podrá crear industrias”, reflejo quizá de sus propias limitaciones normativas y operativas, y del ambiente político en el que se mueve.
Pero es bueno saber cuál es la diferencia entre la Cormag y otras fundaciones o corporaciones:
¿Qué es una corporación o fundación común?
En Chile, una corporación o fundación es una persona jurídica de derecho privado sin fines de lucro, que se constituye entre particulares (personas o entidades) para un fin determinado: cultural, social, educativo, ambiental, etc.
- Se rigen por el Código Civil y el Reglamento sobre Corporaciones y Fundaciones de Derecho Privado (Decreto Supremo N° 110 de 1979, Ministerio de Justicia).
- Sus recursos provienen de aportes privados, donaciones, proyectos concursables o, a veces, convenios con entidades públicas.
- No manejan fondos públicos de manera estable ni dependen de un presupuesto estatal fijo.
¿Qué es la Cormag y en qué se diferencia?
La Cormag también es jurídicamente una corporación de derecho privado, pero tiene una naturaleza híbrida porque:
- Fue impulsada y creada por el Gobierno Regional de Magallanes (GORE), que además es su principal —y prácticamente único— financista.
- Se creó para ser el brazo ejecutor del GORE en materias de desarrollo productivo, innovación, fomento y cooperación público-privada.
- Su directorio incluye personeros regionales y representantes del sector privado, lo que la hace una figura mixta entre lo público y lo privado.
En la práctica, funciona como una extensión del Gobierno Regional, pero sin estar sujeta a las mismas normas del Estado, por ejemplo:
- No está afectada por la Ley de Compras Públicas ni por la Ley de Probidad Administrativa en los mismos términos.
- Tiene mayor flexibilidad para contratar personal o ejecutar convenios.
- Sin embargo, administra fondos públicos, lo que la coloca en una zona gris de fiscalización.
¿Fue creada para financiar a otras corporaciones o fundaciones?
No fue concebida formalmente para eso, pero en la práctica ha terminado cumpliendo ese rol.
La idea original era que Cormag diseñara, gestionara o ejecutara proyectos propios o en alianza con privados, para dinamizar sectores productivos o estratégicos.
Pero, según han denunciado algunos consejeros regionales y medios locales, la mayor parte del presupuesto asignado a la Cormag se ha transferido a otras entidades (fundaciones, universidades, ONG o corporaciones temáticas), actuando como una especie de intermediario financiero.
Por ejemplo, se ha mencionado que:
- Cormag ha transferido recursos a otras fundaciones que ejecutan programas específicos.
- En lugar de generar proyectos propios, ha canalizado fondos regionales hacia terceros, algo que muchos consideran un desvío de su propósito original.
4. ¿Es raro financiar a una corporación para que financie a otras?
Sí, es inusual y polémico.
En términos administrativos y de eficiencia pública, no tiene mucho sentido crear una corporación estatal para que solo distribuya fondos a otras entidades privadas.
Esto podría llevarnos al riesgo de provocarse los siguientes puntos a considerar:
- Duplicidad de estructuras administrativas,
- Pérdida de trazabilidad en el uso de los recursos,
- Y riesgo político y reputacional, sobre todo tras casos como el “Caso Fundaciones” a nivel nacional.
Es decir, si el Gobierno Regional quiere apoyar proyectos o fundaciones, puede hacerlo directamente mediante convenios y fondos regionales (FNDR). No necesita crear una corporación intermedia para que haga de puente.”
Para finalizar, cabe señalar de manera importante que:
- La Cormag no es una corporación común, porque depende casi totalmente del financiamiento público regional.
- Su figura es excepcional dentro del ecosistema público-privado chileno.
- Fue pensada como un agente de desarrollo, pero ha sido cuestionada por operar como intermediaria de fondos sin mostrar resultados tangibles.
- Y sí: es raro que una corporación pública sea financiada solo para transferir recursos a otras fundaciones y otros proyectos. En el fondo, se transforma en una fundación que financia fundaciones, lo que genera dudas de eficiencia, transparencia y propósito institucional.
Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl
