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El INAPI rechazan el intento de registrar la marca “Isla de Pascua”: ¿Qué pasa con la palabra “Patagonia” que sí tiene dueño?

En un fallo que resuena como un precedente clave para la defensa del patrimonio cultural, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) rechazó recientemente el intento de una empresa ariqueña de registrar la marca “Isla de Pascua”.

La solicitud de Comercial Import & Export Personna Ltda. buscaba monopolizar el nombre de la icónica isla polinesia, ubicada a más de 3.700 kilómetros del continente, y podría haber impedido a los habitantes de Rapa Nui comercializar productos locales como el atún fresco, un emblema de su economía y tradición.

“En la isla, se vende el afamado atún de aleta amarilla, una especie propia del lugar que posee características únicas adquiridas por el entorno geográfico en donde vive, como su sabor, la textura de la carne y las propiedades que posee por el porcentaje de fauna endémica de la que se alimenta. Este producto es conocido como el “Atún de Isla de Pascua”, por lo que si se aprueba la solicitud, los isleños ya no podrían vender este producto con el nombre con el que lo han hecho hasta ahora y por el que es reconocido por los turistas”, detalló en 2023 Chilevisión cuando comenzó el intento de registro.

El Tribunal de Propiedad Industrial confirmó la decisión, invocando el artículo 20 letra f de la Ley 19.039, que prohíbe el registro de indicaciones geográficas o denominaciones de origen ligadas a un territorio específico.
El abogado Gonzalo Sánchez Serrano, en representación de la Municipalidad de Isla de Pascua, lideró la oposición. “Era simplemente inaceptable”, declaró, subrayando el riesgo de que un privado reclamara exclusividad sobre un nombre cargado de identidad cultural.

Junto a la activista Janette von Wolfersdorff, Sánchez —también presidente de la Corporación “Hacer Chile”— impulsó esta defensa, que se alinea con esfuerzos por resguardar denominaciones como las mantas de Doñihue o las artesanías de Pomaire.

El caso, reportado inicialmente en 2023 como una polémica temprana, escaló hasta este veredicto de noviembre de 2025, abriendo un debate nacional sobre la vulnerabilidad de los nombres geográficos ante intereses comerciales.

El caso de Patagonia Inc.

Este episodio evoca un conflicto similar en el extremo sur del país: la “guerra de David contra Goliat” entre el gigante Patagonia Inc. y el emprendimiento artesanal “Patagonia Hecho a Mano” de Punta Arenas.

Fundada en 1973 por Yvon Chouinard —inspirada en un viaje a la Patagonia argentina—, la multinacional de ropa outdoor, con ventas por US$1.300 millones anuales, objetó en 2022 el registro de la marca local en INAPI. Alegando confusión fonética y “perjuicio incalculable” bajo el artículo 20 letra h de la Ley 19.039, amenazó con litigios que podrían cerrar el negocio de Katia Vergara.
Vergara, a su vez, ganadora del Premio Emprende 2022 del BancoEstado y apoyada por CORFO, desistió del trámite en 2023 tras presiones de abogados de Patagonia Inc., que propusieron rebautizarla como “Hecha a Mano en la Patagonia” con el término regional en letra menor.

“No es posible que una empresa extranjera tome propiedad del nombre de una localidad, dejando a sus habitantes imposibilitados de acceder a su uso”, protestó Vergara en su momento, destacando la diferencia: sus productos usan lana de oveja local y promueven inserción laboral en la cárcel de Punta Arenas, contrastando con la alta tecnología de la firma estadounidense.
Ambos casos ilustran la tensión entre propiedad intelectual privada y protección colectiva de denominaciones geográficas, reguladas en Chile por el programa Sello de Origen de INAPI, que ya ampara productos como el atún de Isla de Pascua o el prosciutto de Capitan Pastene.

Expertos llaman a fortalecer estas herramientas, inspiradas en acuerdos internacionales como los de la OMC, para evitar que nombres como “Rapa Nui” o “Patagonia” —raíces de la identidad nacional— se conviertan en botín corporativo.

La firma Patagonia se ha convertido en “propietaria” del nombre y de un concepto que, en la visión de la gente del sur de Chile, no puede ser encapsulada y tener un dueño.

Por otro lado, la empresa Patagonia Inc. ha desarrollado una millonaria campaña en contra de las empresas salmonicultoras en Patagonia en una suerte de declaración de guerra por parte de su propietario.

A fines de los 60, Chouinard y su amigo Douglas Tompkins, el creador de North Face, visitaron por primera vez la Patagonia cuando fueron a visitar la zona cordillerana de la provincia de Santa Cruz.

Tanto la Fundación Tompkins como la empresa de ropas han intentado influir sobre el territorio austral chileno generando una inagotable polémica al respecto. Un debate que atraviesa los intereses privados y públicos.

Las ONGs que ambos millonarios amparan (Douglas falleció en 2015 y su obra la continúa su esposa Kristine Tompkins) campañas que rechazan especialmente las actividades productivas en la región.