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La segunda vuelta se juega en la casa, no en la pelea pública [Por Christian Gallardo Castro]

En Magallanes tenemos una forma distinta de mirar el país. Aquí uno crece sabiendo que cuando las cosas no van bien, hay que dar la cara. Yo tengo 40 años, he vivido lo duro y lo bueno de esta región, y siempre he tenido la convicción de decir las cosas de frente, sin esconderme, sin disfrazar mis críticas.

Cuando el Gobierno del Presidente Boric no ha estado a la altura, lo he dicho abiertamente. Y hoy, desde esa misma frontalidad, quiero hacer un llamado distinto: Chile necesita una campaña limpia, informada y honesta. Las caricaturas, la polarización y el miedo no ayudan. Ese debate de “comunistas contra fascistas” no le mejora la vida a nadie. La ciudadanía está cansada de ese lenguaje. Lo que la gente quiere son soluciones reales, no discusiones estériles que solo generan más distancia entre nosotros.

La política perdió sentido cuando empezó a hablarse a sí misma y dejó de escuchar a la gente común. Por eso estoy convencido de que esta segunda vuelta no se juega en redes sociales ni en matinales. Se juega en la casa, en la conversación de la mesa familiar, en ese espacio donde uno recuerda de dónde viene, cuáles han sido sus luchas, y qué país quiere dejarle a sus hijos.

Expectativas, avances y la importancia de ser justos

Sí, es verdad: muchos esperábamos más del Gobierno. Yo también. Pero eso no significa negar avances que sí han mejorado la vida de millones de personas.
No son consignas: son hechos.

  • Sueldo mínimo más alto.
  • Ley de 40 Horas.
  • Copago Cero en salud.
  • Ley TEA.
  • Incremento de inversión extranjera.
  • Reforma previsional que estuvo detenida por más de 12 años.
  • Royalty Minero.
  • Ley Papito Corazón.
  • Ley de Violencia Integral contra las Mujeres.
  • Plan de Emergencia Habitacional.
  • Reducción del ingreso irregular por frontera.

Falta mucho, sin duda. Pero estas transformaciones son una base concreta desde la cual Chile puede seguir avanzando en derechos y seguridad. La verdadera decisión de la segunda vuelta es justamente esa: si seguimos ampliando estas garantías o retrocedemos a un país donde cada cual se rasca con sus propias uñas.

Mi voto: por claridad, por coherencia, por futuro

Hoy quiero decirlo sin rodeos: voy a votar por Jeanette Jara. Lo hago porque conozco su trayectoria, porque ha demostrado resultados, porque entiende la vida de la mayoría y porque su proyecto se sostiene en derechos, trabajo, justicia y dignidad. Porque creo que es lo que Chile necesita en este momento. Y también lo digo con claridad: la segunda vuelta NO está perdida.

Hay quienes intentan instalar la idea de que la carrera ya está definida, pero eso no es cierto. La historia política de Chile lo ha demostrado una y otra vez: las segundas vueltas se definen en la conversación, en la movilización y en la esperanza. Si cada persona que votó por Jara en primera vuelta convence a una persona más, que no haya votado por ella anteriormente, nada está escrito para el 14 de diciembre. La elección no está ganada por José Antonio Kast. No aún. Y no si hacemos lo que tenemos que hacer.

La responsabilidad de conversar
Mi llamado es simple y profundo a la vez:
Hablemos con nuestras familias.
Con nuestros amigos.
Con los que no fueron a votar.
Con quienes sienten dudas.

Hablemos con respeto, con datos, con la mirada puesta en el país que queremos construir.
Porque esta decisión no es solo de hoy: define los próximos años de Chile.
No es un llamado contra nadie.
Es un llamado a favor de un país que avance, que proteja, que cuide, que dignifique.
La segunda vuelta no se gana gritando más fuerte.

Se gana conversando

En la casa. En la sobremesa. En la vida real.
Y si cada uno de nosotros hace ese gesto —ese pequeño acto de responsabilidad democrática— entonces Chile puede tomar un rumbo distinto, más justo y más humano.
Ese es el país que quiero para Magallanes. Ese es el país que estoy dispuesto a defender con mi voto este 14 de diciembre

Por Christian Gallardo Castro, ex seremi de Hacienda.