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¿Un empate entre las derechas? [Por Mauricio Vidal Guerra]

Las tendencias en términos de encuestas y estudios de opinión pública han ido variando en las derechas de un lado para el otro, y viceversa, en el último año. De una Evelyn Matthei casi “ganada” a un José Antonio Kast recuperando terreno y saliendo triunfador durante varios meses, y luego a un Johannes Kaiser arremetiendo en las últimas semanas y generando una incertidumbre impensada para este tramo de la campaña.

El problema de las informaciones que van apareciendo, es que finalmente el votante (de cualquier sector) la potencia o minimiza según sus propios deseos. No es raro esto de que si la encuesta no dice lo que yo quiero que diga o espero que señale, la considere “chanta”, poco creíble, o que finalmente el que la hace tiene alguna conexión con quien está ganando en el estudio.

Ahora bien, tampoco es raro ni tirado de las mechas que las encuestas van creando realidades específicas, discursos repetitivos que finalmente logran permear voluntades, y provocan que ciertos porcentajes de la población comiencen a actuar como parlantes de altos volúmenes que repiten como loros lo que dice una encuesta, o varias afirmando prácticamente lo mismo. Entonces luego, cuando aparece un sondeo con una metodología diferente y que entrega resultados distintos o inesperados, el nerviosismo se convierte en crítica, en el intento de invisibilizar dichos números, porque en realidad no me gusta o no comparto lo que dicen dichos guarismo…

Las tendencias de todas las encuestas transparentan que Kast ha ido bajando considerablemente su apoyo, que Matthei se mantiene sin grandes cambios (salvo en alguna encuesta que la sitúa subiendo) y que Kaiser se está quedando con los votos que va perdiendo el candidato republicano.

Puede gustar o no, pero el famoso 62% del rechazo al proyecto constitucional tiene, y ha tenido siempre la característica de que no todos piensan igual, y que dichas tendencias políticas se podrían dividir en tres tercios perfectamente. No es tan raro ni loco que realmente exista una especie de incertidumbre frente a un supuesto empate técnico entre las tres opciones de las derechas. Dos más extremas, y una más vista como centrista, a la falta de candidaturas que hubieran llenado ese espacio.

No es menor, y algo dice, que muchos ex concertacionistas estén diciendo a viva voz que votarán por Evelyn Matthei. Y en esa acción es probable que muchos se sientan representados. En un escenario tan complejo y posterior a años convulsos y cansadores, seguramente hay un número de ciudadanos que están buscando más neutralidad, más centrismo, ni extremas derechas ni extremas izquierdas. Es probable que muchas y muchos estén pensando en silencio qué sería más útil votar, o qué sería menos peligroso para el país.

Hay muchos, que votaron por Gabriel Boric y que hoy no se sienten convencidos de volver a entregar su preferencia al mismo sector. Es decir, no votarían por Jeannette Jara. Hay otros que no se sienten representados por ninguna de las otras candidaturas… Ni la de ME-O, ni la de Parisi, tampoco la de Harold, y menos la de Artés.

Ese voto útil o silencioso, podría ser la razón del por qué a tan pocos días de la primera vuelta presidencial, la incertidumbre se haya apoderado de un porcentaje importante de los votantes. Y además, porque algunos siguen pensando (o incluso han tomado la decisión) de votar en contra de algo, más que a favor de alguien. Y esa acción podría mover la balanza, aunque muchos ni siquiera se lo imaginen.

Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl