La elección presidencial y el futuro de Chile [Por Miguel Sierpe Gallardo]
En cada proceso electoral, los chilenos y chilenas asumimos una responsabilidad fundamental: elegir al próximo presidente o presidenta, quien tendrá en sus manos el rumbo del país por los próximos años. Esta decisión no debe tomarse a la ligera ni basada únicamente en simpatías personales o slogans atractivos; por el contrario, exige una reflexión profunda y rigurosa sobre cuál de las propuestas presidenciales se aproxima genuinamente al verdadero Desarrollo de Chile, a enfrentar los problemas y a estimular el entendimiento entre todos los chilenos, esto nos obliga a un análisis profundo y honesto, sobre las propuestas presidenciales y su verdadera sintonía con nuestros problemas.
Votar es un derecho, pero también un deber cívico. La historia reciente nos ha demostrado que las decisiones colectivas tienen consecuencias directas en nuestra calidad de vida, en las oportunidades de desarrollo y en la estabilidad social. Por eso, es fundamental informarnos, debatir y analizar con objetividad cada propuesta, evitando caer en la desinformación o en promesas vacías.
El crecimiento de un país no puede medirse solo en cifras económicas. Si bien el desarrollo económico es esencial, debe ir de la mano con la equidad social, la protección del medioambiente, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la garantía de derechos fundamentales como salud, educación, vivienda y seguridad. El verdadero crecimiento es aquel que se traduce en bienestar para todas las personas, en oportunidades reales y en una sociedad más justa y cohesionada.
La sensación de inseguridad ha crecido en los últimos años, por lo que las propuestas deben abordar tanto la prevención como la persecución del delito, sin dejar de lado el respeto por los derechos humanos, esta temática ha sido la más utilizada por los cerebros electorales, que han hecho uso y abuso de esta preocupación para obtener ventajas electorales, vendiéndose como los guardianes de la paz y ofreciendo soluciones mágicas inmediatas, honestamente difíciles de hacerlas realidad inmediatamente.
No quiero minimizar la importancia de la seguridad, pero no puedo dejar de mencionar que el tema de la seguridad no debe ser cargado íntegramente a esta administración, ese es un problema que viene instalándose desde hace hartos años, y es responsabilidad de más de una administración, también existen otras temáticas con la misma o más importancia, la garantía de derechos fundamentales expresados anteriormente, sin dudas también son de primera importancia, yo quisiera puntualizar dos aspectos muy trascendentes, Pregunto: ¿Quién ofrece garantías de higienizar nuestras instituciones? : Como el poder judicial, las fuerzas armadas, el Parlamento, las policías, la fiscalía, Los grupos empresariales, los servicios públicos, Municipalidades, Gobiernos Regionales y otros, donde diariamente vemos una danza de escándalos que a nadie asombran, ese es un tema del que se habla muy poco. Por ultimo no quisiera dejar de lado, algo que se mira pero no se toca: ¿ Quién sería más eficiente en ayudar a que los Chilenos de menor autonomía económica puedan llegar a fin de mes?.
El futuro de Chile está en nuestras manos. Reflexionar y decidir con responsabilidad es la mejor forma de contribuir al país que queremos construir. No olvidemos que el voto informado y consciente es la base de una democracia sólida y de un crecimiento verdadero, donde nadie quede atrás y sobre todo, que sin importar quien se imponga, esta nueva administración debe velar por todos quienes habitamos este país.
Por Miguel Sierpe Gallardo.
