Tras un periodo de estancamiento productivo y pérdida de empleos en la industria salmonera regional, autoridades, gremios y expertos plantean tres determinaciones que son claves para la reactivación de uno de los sectores productivos más importantes del extremo sur del país. La producción de salmón en Magallanes, que alcanzó un máximo de 180.000 toneladas hace pocos años, ha registrado una caída y limitaciones estructurales que han repercutido incluso en la operación de plantas y empleo regional. 

Definición del Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios (ECMPO) en Natales.

Uno de los principales cuellos de botella para la expansión y otorgamiento de nuevas concesiones acuícolas en la región es la solicitud de Espacio Costero Marino para Pueblos Originarios (ECMPO) en la comuna de Natales, en la provincia de Última Esperanza. Este instrumento legal —que pretende reconocer la presencia y usos ancestrales de comunidades indígenas en áreas marinas— ha paralizado más de una década de solicitudes de concesiones salmoneras, según gremios del sector.

Representantes de las empresas sostienen que la falta de definición jurídica detiene inversiones y genera incertidumbre sobre el marco de desarrollo futuro. La industria argumenta que estos espacios marítimos representan una porción mínima del territorio total en disputa, sin embargo, su impacto en los procesos administrativos ha sido significativo.

La decisión sobre concesiones en reservas o parques y compensaciones territoriales

Un segundo punto crítico tiene que ver con las decisiones acerca de concesiones acuícolas ubicadas dentro de reservas nacionales o parques protegidos, como la Reserva Nacional Kawésqar. Actualmente, decenas de solicitudes llevan años sin resolución debido a problemas regulatorios y a la superposición de áreas protegidas y solicitudes de uso productivo. 

Desde el sector salmonero proponen que, de aprobarse el otorgamiento de estas concesiones, se considere la compensación ambiental en otros sectores de la región, destacando que la superficie efectivamente utilizada por la salmonicultura es menor al 1% del espacio marítimo total. Esta fórmula permitiría compatibilizar la protección ambiental con la dinamización de inversiones y empleos productivos. 

La reactivación del proyecto de procesamiento en la planta de Cabo Negro

Otro desafío para revitalizar la industria es la reactivación de la planta de procesamiento de residuos y subproductos salmoneros en Cabo Negro, un proyecto que lleva años paralizado. El objetivo de esta iniciativa es aprovechar eficientemente los restos de la industria, generando nuevos productos y reduciendo el desperdicio, además de crear empleos locales y cerrar ciclos productivos.

Fuentes cercanas a la industria han señalado que contar con este tipo de instalaciones es clave para mejorar la competitividad regional y atraer inversiones complementarias, tanto en valor agregado como en sustentabilidad industrial.

Al margen de estos tres puntos, actores del sector esperan que la nueva administración del Presidente electo, José Antonio Kast, considere en su agenda de políticas públicas, la apertura de espacios y la actualización de normas que permitan un aumento de producción en las plantas salmoneras ya instaladas en Magallanes.

Esta perspectiva busca un marco regulatorio claro y favorable que incremente la confianza inversionista y permita a la región recuperar dinamismo económico luego de años de incertidumbre, sin soslayar la importancia de la protección ambiental y la participación de comunidades locales en la toma de decisiones.

La industria salmonera de Magallanes se encuentra en un punto de inflexión: Equilibrar desarrollo productivo, y resguardar la sostenibilidad ambiental será fundamental para su futuro.

Redacción ZonaZero.cl