Los compromisos de José Antonio Kast con la industria salmonera y las definiciones que Magallanes espera
Durante los últimos meses la salmonicultura se consolidó como uno de los temas productivos más relevantes del debate electoral, especialmente para regiones australes como Magallanes. En ese escenario, José Antonio Kast explicitó una serie de compromisos con la industria que pasarán rápidamente de las declaraciones a la prueba de la gestión.
Durante la campaña, Kast situó a la salmonicultura como un eje estratégico del desarrollo del sur de Chile, destacando su impacto en el empleo, encadenamientos productivos y exportaciones. En encuentros sectoriales como el Salmon Summit 2025 y en sus visitas a Magallanes, el candidato subrayó que se trata de una industria que “exporta más de 6.000 millones de dólares al año y genera más de 80.000 empleos”, cifras que —a su juicio— justifican un cambio profundo en la forma en que el Estado se relaciona con el sector.
Pero el principal compromiso de Kast con la salmonicultura apuntó durante este tiempo a una desregulación acelerada del sistema de permisos, al que ha calificado como un “sabotaje institucional”. Su diagnóstico es que la excesiva burocracia, especialmente en procesos como la relocalización de concesiones, ha frenado inversiones clave para regiones como Magallanes. El ejemplo más citado en su discurso es el de los más de 200 expedientes presentados en la última década, con apenas una aprobación.
A principios de noviembre, el Presidente electo hizo una fuerte defensa del sector salmonicultor, asegurando que esta industria ha inyectado dinamismo a una Región como Magallanes en donde la ganadería viene a la baja: “¿En qué estarían trabajando las personas que perdieron sus empleos en la ganadería o en la minería del carbón?”, cuestionó Kast, haciendo referencia al cierre de la Mina Invierno.
Según Kast, la salmonicultura podría alcanzar el 25% o incluso el 50% del PIB local, dada la creciente demanda mundial por proteínas. Y al mismo tiempo, apuntaba a que el desafío está en compatibilizar el desarrollo económico con el cuidado ambiental. “Cuidemos el medio ambiente, pero respetemos también el bienestar de las personas. Se puede aumentar la producción de salmones sin dañar el entorno”.
Por otro lado, Kast ha planteado avanzar en una agenda de desburocratización que entregue certezas jurídicas a los inversionistas, modernice el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y reduzca los tiempos de tramitación sin debilitar los estándares ambientales. La promesa es clara: reglas más simples, plazos acotados y un Estado que deje de ser un obstáculo para la expansión productiva.
Magallanes como territorio clave
Para Magallanes, estas definiciones no son abstractas. La región ha visto cómo proyectos salmoneros quedan entrampados durante años, afectando empleo local, proveedores de servicios y la planificación de largo plazo. En ese contexto, el compromiso de Kast de “devolver certezas para invertir” es leído por el sector como una señal directa hacia el extremo sur, donde la industria convive con debates ambientales, comunidades locales y una alta dependencia del empleo asociado al mar.
Kast también ha planteado fortalecer la institucionalidad ambiental, pero con mayor capacidad técnica y apoyo de la ciencia, promoviendo una alianza entre productividad y sostenibilidad. En el discurso, la innovación y las mejores prácticas permitirían compatibilizar crecimiento económico con protección del entorno, un punto especialmente sensible en los ecosistemas magallánicos.
De las promesas a la ejecución
José Antonio Kast recibió en su momento el denominado Plan Salmón 2050, elaborado desde las regiones y valorado transversalmente como una hoja de ruta sectorial. Sin embargo, en el caso del candidato del Partido Republicano, el desafío será demostrar que su énfasis en la desregulación puede traducirse en políticas concretas sin abrir nuevos conflictos socioambientales.
Para la industria en la región, la llegada de Kast a la presidencia significaría un cambio de enfoque respecto del actual modelo regulatorio. La industria salmonera, los trabajadores y los territorios estarán atentos a que los compromisos asumidos en campaña se transformen en decisiones efectivas durante los primeros meses de gobierno, en una región donde el desarrollo productivo sigue siendo un tema estructural y urgente.
Redacción ZonaZero.cl
