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Viajar en avión desde Magallanes sigue siendo altamente costoso y alejado de la realidad

Para los habitantes de Magallanes viajar hacia destinos como Santiago o Puerto Montt, ya sea por turismo, estudios, salud o motivo familiar, es hoy una tarea cada vez más difícil y de alto valor, debido a la escasa oferta aérea y los precios de los pasajes. La verdad es que tenemos una oferta limitada, cara, y la conectividad aérea desde Punta Arenas está prácticamente dominada por dos operadores: LATAM Airlines y Sky Airline. La cantidad de vuelos es reducida en comparación con otras regiones del país y la competencia real es casi inexistente, lo que mantiene las tarifas en niveles elevados incluso fuera de temporada alta.

Según buscadores de vuelos, los pasajes de ida y vuelta entre Punta Arenas y Santiago en clase económica pueden partir desde aproximadamente en los $105.000 ó $120.000, según fechas y antelación de compra. Estas cifras corresponden a tarifas promocionales encontradas en plataformas de viajes y con mucha anticipación, pero en fechas más buscadas, como verano o vacaciones escolares, los valores pueden partir desde los $160.000 ó $180.000 por persona.

Entre Punta Arenas y Puerto Montt (otra de las rutas más utilizadas), los precios de ida y vuelta suelen tener valores promedios que comienzan en los $120.000, según temporada y disponibilidad, con tarifas ocasionalmente superiores durante el verano.

Estos números, aunque representen “promedios” o valores base vistos en buscadores, no siempre reflejan lo que paga un pasajero a última hora o en fechas de alta demanda, donde los precios pueden duplicarse o más.

Temporada alta, precios altos

Durante el verano, cuando muchas familias intentan viajar por vacaciones o estudiantes regresan a sus hogares, la frecuencia de vuelos aumenta ligeramente, pero los precios también suben, impulsados por la demanda. Esto agrava la situación para quienes no pueden planificar con meses de anticipación o para quienes deben movilizarse por motivos urgentes.

Vecinos y viajantes locales han visto que, cuando existen intentos de ingreso de nuevas aerolíneas, LATAM reduce momentáneamente sus tarifas, pero a medida que desaparece la competencia, los precios vuelven a escalar, consolidando un mercado de baja competencia. La historia tiene variados ejemplos que se pueden revisar, y que llegan a dar hasta un poco de vergüenza. Incluso, la línea aérea local DAP igual intentó entrar al mercado hace algunos años, pero también debió enfrentarse a una verdadera mala competencia, con valores puestos con la intención de que no puedan seguir en la ruta.

Impacto para las familias

Para una familia promedio magallánica con dos hijos estudiando fuera de la región, el costo de los viajes se transforma en un gasto anual significativo:
• Si cada pasaje de ida y vuelta a Santiago ronda los 120.000–180.000, una familia con dos estudiantes puede estar destinando entre CLP 480.000 y más de CLP 700.000 al año solo en vuelos para visitas familiares o trámites.
• Si se considera también un viaje a Puerto Montt para trámites de salud o estudios técnicos, el gasto puede sumar otros 150.000–300.000 por persona, según la época.

Para quienes trabajan con ingresos promedios, estos costos no son menores, y su suma puede representar una parte considerable del presupuesto familiar, especialmente cuando se suman alojamiento, alimentación y otros gastos inherentes al viaje.

Consecuencias más allá del turismo

La limitación de vuelos y la elevada tarifa también tienen consecuencias profundas más allá del turismo:
• Estudiantes que cursan carreras en otras regiones enfrentan un sobrecosto anual recurrente para regresar en vacaciones o ante eventualidades familiares.
• Pacientes o personas con necesidades médicas urgentes tienen menos opciones para movilizarse rápidamente hacia centros médicos especializados fuera de Magallanes.
• La conectividad limitada también influye en el costo de bienes y servicios, encareciendo aún más la vida en la zona austral.

Reclamos y propuestas

Habitantes y organizaciones ciudadanas han planteado en diversas ocasiones la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la competencia aérea, subsidios u otros mecanismos que aseguren tarifas más justas y sostenibles. Sin medidas estructurales, la realidad sigue siendo que para miles de magallánicos, viajar al resto del país es caro y, en muchos casos, inaccesible. Lo que también se convierte en una notable desventaja para una región geográficamente aislada y con necesidades de conexión con el resto de Chile, que nadie ha sabido finalmente resolver.

Redacción ZonaZero.cl