Por Lorena Silva
Si tuviera que sintetizar en una frase a este gran hombre, seguramente sería: el Señor de los Proyectos.
Manuel Sabino Suárez Arce, sin duda alguna quedará inmortalizado en los anaqueles de la historia del desarrollo de Puerto Natales, como uno de los personajes más innovadores y creativos, cuyos aportes contribuyeron al crecimiento y progreso del sector turístico de la Provincia de Última Esperanza.
Con un Curriculum Vitae, envidiable para cualquier emprendedor/a, de Manuel Suárez Arce podemos destacar: corresponsal de La Prensa Austral entre los años 1984 a 1989 y creador del suplemento “El Natalino” junto a Jorge Babarovic y Pablo Cruz Nocetti.
También le dio vida a la revista Actualidades en 1963 y con el mismo nombre bautizó el primer informativo radial de Última Esperanza, en radio Payne de Puerto Natales y a un Diario Digital entre los años 2014 y 2016. Corresponsal y comentarista de Radio Presidente Ibáñez, La Voz del Sur y Radio Polar de Punta Arenas.
Desde 1962 y hasta 1973 fue Director copropietario de Radio Payne de Puerto Natales y desde 1999 hasta el 2008, socio representante legal de Radio “Turismo” de Puerto Natales.
De muy joven se hizo militante de la Democracia Cristiana, y fue nombrado gobernador en el gobierno de Patricio Aylwin. También presidió la Cámara de Comercio de Puerto Natales, Cámara de Turismo de Última Esperanza y la Corporación para el Desarrollo de Última Esperanza. Don Manuel, lucía orgulloso y humildemente una pared de su casa llena de reconocimientos por su trayectoria, entre las que se encuentra una distinción como Ciudadano Ilustre de la región de Magallanes y Antártica Chilena el año 2000.
Manuel Suárez, fue un gran lector y amante de la historia en general.
Publicó cuatro libros: Los dos primeros fueron recopilaciones de su columna de ”Los Miércoles Natalinos”, publicadas en La Prensa Austral; el tercero: su Autobiografía y el cuarto: “Paso Angostura Kirke”. Obra en la que se pueden leer grandes proyectos que aún quedan por realizarse en su querida tierra austral.
Don Manuel, poseía un gran sentido del humor, y hacía uso de este talento cuando había que “pararle el carro a alguien”. Entre sus innumerables emprendimientos, aunque ustedes no lo crean, fue fabricante de confites, fideos, jabón, detergente, espejos, helados y chocolates. Incluso accionista en una mina de algas. Algunas de estas ideas comerciales no fueron productivas, pero llevaron su inconfundible sello.
Aunque los últimos años de vida de Don Manuel, no fueron los mejores, nada podrá borrar una vida llena de sueños y grandes ideas que hicieron de su existencia una gran aventura.