Un número importante de personas no consulta por problemas de salud mental en Chile pese a que sienten necesitarlo, según reveló un nuevo apartado de la sexta versión del «Termómetro de Salud Mental en Chile ACHS-UC».
Según la encuesta, elaborada por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, uno de cada diez chilenos dice estar actualmente recibiendo algún tratamiento de salud mental.
De acuerdo con el sondeo, casi un 40 por ciento de los entrevistados dijo haber consultado algún profesional de salud mental a lo largo de su vida, un 16,6 por ciento en los últimos doce meses y un 9,6 por ciento señaló estar actualmente recibiendo tratamiento psicológico o psiquiátrico.
En todos estos casos, la proporción de mujeres que consultó fue más alta que la de hombres. Respecto al tratamiento actual, más del doble de mujeres que de hombres señalaron estar recibiendo atención (12,6 vs 6,2 por ciento).
En cuanto a las personas que sintieron necesidad de consultar pero no lo hicieron, se dio cuenta que la mayor causa de eso fue preferir enfrentar el problema sin ayuda (50,3 por ciento), seguido por carecer del financiamiento (48,8 por ciento) y pensar que el problema se solucionaría solo (48,6 por ciento).
Más atrás quedaron el considerar que el problema no los molestaba mucho (33,2 por ciento), no conseguir una cita u hora (28,6 por ciento), considerar que le tomaría mucho tiempo (19,3 por ciento) y carecer de cobertura en su plan de salud (18,1 por ciento).
Sobre este registro, la gerenta de Asuntos Corporativos de la ACHS, Paulina Calfucoy, explicó que «todavía existe cierta resistencia al tratamiento psicológico o psiquiátrico. Es importante que podamos normalizar las consultas de salud mental, especialmente porque hemos visto cómo la mayoría de los pacientes se ha sentido mejor luego de atenderse con un profesional médico».
A las personas que recibieron tratamiento en los últimos doce meses se les hicieron una serie de preguntas para medir su nivel de satisfacción y su estado emocional luego de haber tenido una consulta psicológica o psiquiátrica. En ese sentido, los resultados fueron positivos: el 75 por ciento dijo sentirse «bastante satisfecho», «muy satisfecho» o «completamente satisfecho».
Respecto de los estados emocionales, el 73 por ciento de las personas afirmó que el tratamiento había sido eficaz, es decir, hizo que mejorara (un poco o bastante) su situación respecto del problema específico que les llevó a consultar. Los hombres fueron quienes respondieron en mayor proporción que habían sentido «bastante mejoramiento» (61,9 vs 47,8 por ciento en mujeres).
Además, prácticamente no se reportaron empeoramientos con el tratamiento, aunque casi 26 por ciento de las personas atendidas en los últimos doce meses manifestó no registrar cambios o no estar seguros como para contestar.
Al momento de responder con qué profesional (es) de la salud habían recibido atención en los últimos 12 meses, el 53,9 por ciento de las personas dijo haberse atendido con psicólogos (los hombres en mayor proporción, con un 64,1 por ciento), seguidos de psiquiatras con un 23 por ciento (en el caso de las mujeres esta proporción es mayor, un 27,5 por ciento).
En tanto, un 15,4 por ciento dijo haberlo hecho con un médico general o familiar. El resto afirmó hacerlo con otro tipo de médico o profesional de la salud.
La investigación también mostró cómo el efecto de los tratamientos en la salud mental de los pacientes es percibido positivamente: El 45 por ciento de las personas manifestaron estar muy mal o bastante mal emocionalmente al inicio, proporción que disminuye fuertemente (en 39 puntos porcentuales) luego de recibir el tratamiento.
También se ve una reducción de 7 puntos en las personas auto calificadas en estado anímico regular. Asimismo, se produce un aumento desde 8.5 a 55.6 por ciento en la proporción de las personas que señala sentirse bastante o muy bien (que refleja un aumento de 47 puntos porcentuales) luego de tratarse.
Calfucoy explicó que «se aprecia un fuerte mejoramiento en la situación emocional general después de iniciado el tratamiento. Podemos ver que las mujeres muestran un estado basal emocional antes del tratamiento peor al de los hombres: 58 por ciento de ellas se calificaba como muy o bastante mal en comparación con el 24 por ciento de ellos».
Finalmente, otro elemento que destaca la sexta ronda del Termómetro de Salud Mental es el uso de psicofármacos entre los encuestados: Un 14,6 por ciento ha sido recetado medicamentos a raíz de problemas emocionales, nerviosos, de salud mental o por uso de alcohol/drogas. De este universo, las mujeres lideran ampliamente la estadística, con un 19 versus un 10 por ciento de los hombres.