Recuperemos el Cervantes [Por Víctor Hernández Godoy]

26 de febrero de 2023

Hace exactamente veinte años, los medios de comunicación de nuestra ciudad anunciaban una lamentable noticia para el mundo de la cultura. Caía el telón para el viejo y querido cine “Cervantes” en los mismos días en que se acercaba su cumpleaños N° 65. De nada sirvieron las voces de artistas, literatos y cinéfilos que buscaron, por diversos medios, impedir que se concretara lo que se venía proclamando hacía años: el cierre definitivo del cine.

Era un secreto a voces, que en los últimos años, la fastuosa sala, que nuestros padres o abuelos orgullosamente denominaban como “la más elegante de Punta Arenas”, rara vez contó con buena afluencia de público. Desde mediados de la década del 70 del siglo pasado, el “Cervantes” había innovado con sus funciones de trasnoche ofreciendo películas que con suerte, evadían la censura cinematográfica de aquel entonces. Era el comienzo sui generis del cine triple XXX en la pantalla gigante.

Aquella drástica medida permitió sobrevivir al cine durante varias décadas, hasta que el 21 de diciembre de 1999 el diario “La Prensa Austral” publicó un artículo que revelaba lo que muchos presagiaban, sobre todo, después de contemplar el triste final del cine Gran Palace en septiembre de 1992. Se esperaba el cierre de la mítica sala de espectáculos para el 11 de marzo de 2000, decisión que finalmente, no se concretó, pero que encendió las alarmas en la comunidad artística, la que percibía que algo grave estaba por ocurrir.

Y esa noticia llegó el 17 de noviembre de 2002. Ya no se podía esgrimir como argumento, que “nadie sabía lo que estaba pasando” o que “esto cayó como balde de agua fría”. Todo el mundo comprendió que el final se acercaba inexorablemente. En vano, la Asociación de Audiovisualistas de Magallanes había presentado un proyecto a la Sociedad Española con el objeto de remodelar la sala para hacerla más atractiva al público juvenil y que, pudiera ser conocida por los turistas que visitaban la región. Tampoco los amigos del cine Cervantes consiguieron el propósito que anhelaban, luego que, el 29 de enero de 2003, organizaran la jornada “24 horas de arte”, que intentó reunir diez mil firmas, las que fueron compartidas finalmente a la Sociedad Española, con copia al presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, para iniciar las tratativas tendientes a lograr que aquella sala fuera declarada como Patrimonio Nacional.

Nada de eso aconteció. A la postre, el “Cervantes” se convirtió en la última gran sala cinematográfica que tuvo Magallanes, la cual,  cerró sus puertas con el advenimiento de la modernidad. Sólo en Punta Arenas por ejemplo, además del ya mencionado “Gran Palace”, víctima de un incendio había dejado de existir, un 7 de mayo de 1975, el legendario “Politeama”, una sala multiuso para la época, donde era común presenciar desde veladas boxeriles hasta espectáculos frívolos y circenses y que en su mejor momento llegó a contar con 583 plateas, 350 balcones y 250 galerías. A estas invaluables pérdidas culturales se agregaba la desaparición de los antiguos cines de barrio que tuvo nuestra ciudad. A fines de ese año 75 cesaba en sus funciones el cine “Rex”, con sus 120 butacas, el que estaba ubicado en la población Gobernador Viel. Mucho antes, en 1952, el edificio que cobijaba al Teatro Cine “Prat”, en calle Angamos esquina Avenida España, se transformó en el domicilio de la Séptima Compañía de Bomberos.

Puerto Natales quedó sin cines mucho antes. El teatro “Libertad”, orgullo del Sindicato de Campo, Frigoríficos y Oficios Varios de Última Esperanza, con sus miles de miembros y afiliados de accionar anarco sindicalista solían proyectar películas y joyas del séptimo arte. Recordemos que al principio, el administrador del recinto fue el mítico dirigente de las huelgas patagónicas 1919-1922 el gallego Antonio Soto Canalejo. El “Libertad” fue demolido y en el espacio que ocupó por décadas, ni siquiera se adosó una placa que recordara su historia. Pero eso no fue lo peor. En la capital del turismo funcionó el magnífico cine –llamado también “Palace”-, que desde marzo de 1934 fue el orgullo de la comunidad natalina. Además de ofrecer una abundante y nutrida cartelera cinematográfica por espacio de 35 años, fue el principal escenario donde políticos –tanto nacionales como regionales-, estrenaron candidaturas, e improvisaron emotivos discursos. El “Palace” sucumbió ante un devastador incendio en el invierno de 1969. Durante más de medio siglo, Puerto Natales careció de una sala de cine.

Y aunque parezca increíble, Porvenir fue el epicentro del arte cinematográfico en Magallanes. En esa localidad, Antonio Radonich Scarpa fundó el teatro “Cinema” nervio motor de las actividades culturales en Tierra del Fuego. La histórica sala permaneció abandonada y olvidada casi sesenta años, hasta que Ronnie Radonich, joven familiar y cineasta, emprendió la titánica tarea de recuperar la sala de espectáculos que hoy podemos apreciar restaurada como museo, y, al que todos los sitios históricos se refieren como “el tercer cine más antiguo de Chile”.

No olvidemos, que en Porvenir funcionó también, por breve tiempo el cine “España”, después, transformado en hotel. En este recuento vale la pena mencionar a los distintos cines que tuvo la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) en sus pueblos campamentos en Tierra del Fuego. En plena efervescencia del Puerto Libre, el cine “Enapolis” en Cerro Sombrero ofrecía cintas y estrenos exclusivos antes que se mostraran en cualquier parte de Chile.

El “Cervantes” amerita ser recuperado. Es un espacio amplio, ubicado en pleno centro de Punta Arenas, que puede servir como centro de convenciones o teatro de bolsillo para compañías emergentes. Es tarea de todos buscar una solución. El primer paso, es priorizar el interés común. Con un poco de creatividad, a la larga, todos los actores involucrados pueden obtener beneficios.

Escrito por: Redacción ZonaZero