Hace un par de días desde la Delegación Presidencial se informaba de manera oficial de la habilitación de un centro de cultivo de Nova Austral para «poner peces en el agua» a partir del 1 de mayo. Algo que no sucederá. Primero porque los tiempos no dan por ninguna parte y demuestra un serio desconocimiento de cómo funciona la industria, y segundo porque lo que se informó no era cierto. Aracena 3 había sido habilitado única y exclusivamente para el acopio de salmones y solo por diez meses. Situación que más que dar tranquilidad ha significado todo lo contrario.
Pero lo más sorprendente, y pareciera ser una estrategia comunicacional (que no da resultado), es el silencio de la misma autoridad que salió por algunos medios a decir algo que no era verdad. Incluso viajó en helicóptero hasta Porvenir para decirles a los trabajadores de Nova Austral algo que esa misma mañana no había dicho. Otra vez, era todo al revés de lo que hablaba Luz Bermúdez unas horas antes frente a cámaras y micrófonos. Tan complicada está la delegada, que ni siquiera se cumplió con la citación que hicieron ellos mismos como Gobierno a un punto de prensa posterior a la reunión con los trabajadores. Una citación oficial que no se cumplió tampoco. Los medios apostados a la espera de la voz de la representante del Presidente Boric en Magallanes debieron retirarse del lugar, luego de que un funcionario se los pidiera según la instrucción que se había dado desde la propia Delegación Presidencial.
Sencillamente, un desorden.
«En pocas palabras, eso significa que no tenemos dónde sembrar, porque si utilizas Aracena 3 como centro de acopio, vas a tener la oportunidad de trasladar los smolt que están listos en piscicultura para echarlos al mar, pero sólo a 10 meses, lo que indica que el proceso de esos peces no se va a completar. Y acá, a la planta, no va a llegar materia prima para elaboración. O sea, estamos en las mismas, si bien en términos de seguir buscando soluciones, las delegadas plantearon que van a seguir haciéndolo”, decía en las últimas horas la vocera de los sindicatos de trabajadores, Tamara Martínez. a un medio escrito local.
Por el lado de los trabajadores y autoridades fueguinas se sigue gestionando una reunión con el Presidente, Gabriel Boric, y así poder viajar hasta Santiago en los próximos días. Cuestión que dejaría muy mal parada a Bermúdez por la falta de «muñeca política» que ha demostrado desde que asumió el cargo que ostenta. Y aunque en La Moneda hay cierta claridad de lo mal que le está haciendo a la imagen del Gobierno esta falta de experiencia y conocimiento, lo cierto es que las mismas voces saben que no tienen muchas más alternativas para su reemplazo.
En todo caso, ya se ha empezado a conversar con algunas figuras (no necesariamente de Convergencia Social) para ver disponibilidades. Entendiendo que un cambio le daría un respiro al menos por unos meses al Gobierno en Magallanes, luego de un año que seguramente muchos piensan que será para el olvido.