El llamativo silencio de las poderosas ONGs que visitan Magallanes y un documental al que le falta gran parte de la comunidad (Por Claudio Andrade)

15 de mayo de 2023

Silenciosamente, como en puntas de pies, han pasado ultimamente por Magallanes, algunas de las ONGs ecologistas más poderosas del mundo. Ninguna hizo declaraciones de cara a una comunidad por la que, en teoría, deberían estar preocupados. No es el caso.

Greenpeace recaló hace menos de un mes en Puerto Natales con el yate Witness, pero su tripulación decidió no desembarcar para no dialogar con representantes de los pescadores artesanales, personal de plantas procesadoras y representantes del pueblo kawéskar que los esperaban a la salida del muelle.

En la misma fecha llegó a Oceana a la localidad. En el marco de sus reuniones periódicas para definir sus rumbos estuvieron presentes Susan y David Rockefeller y el actor de Hollywood, San Waterston, entre otros. Nadie se enteró.

Los miembros de Oceana no realizaron actividades públicas en Puerto Natales al punto que los encuentros y las fotografías de rigor se llevaron adelante en el Hotel Singular, uno de los más caros y reconocidos de la Patagonia.

Las imágenes no trascendieron a través de las redes sociales y páginas institucionales de la ONG sino en las cuentas de Instagram de Susan y David quienes apenas si sinterizaron su estancia en el sur en unas pocas líneas.

Un seguidor le preguntó a Susan sobre dónde alojar en Patagonia y la millonaria filántropa no dudó: “Singular”, respondió. El hotel se ubica en Puerto Bories a 5 kilómetros de Puerto Natales.

Extrañamente la organización no aprovechó para presentar el documental que ellos mismos financiaron llamado “Katalalixar, territorio kawésqar que debemos proteger”. Esta producción fue presentada en Santiago a fines del 2022. No parece una omisión casual, después de todo resultaba lógico exhibir la pieza cinematográfica en el territorio que la inspiró. No ocurrió.

Lo que dice el silencio

Se dice que el silencio otorga, aunque también habría que agregar que el silencio es una forma de discurso. Engloba todo aquello que nos incomoda.

Su ausencia en este caso revela que ambas ONGs no se consideran parte de la gente de Magallanes. Su preocupación son los mares, los guanacos, los pumas, pero no las personas que habitan el entorno.

Este sábado se presentó en Punta Arenas “Corazón salado”, una producción que financió la marca de ropa Patagonia. El corto muestra las bellezas naturales de la región y en este marco sus autores toman contacto con un puñado de miembros del pueblo kawéskar.

El documental, una pieza propagandística en contra de la industria y el desarrollo en general y de la salmonicultura en particular, deja al margen de su narración a la comunidad de Puerto Natales y Punta Arenas que trabaja en distintos sectores de la salmonicultura y la pesca.

Aunque la pesca artesanal es levantada como una bandera dialéctica el guión, tampoco se deja en claro cuál será el futuro de los pescadores, si, como pretenden sus impulsores, entre ellos Oceana, Greenpeace y Patagonia, todo Magallanes se convierte en un parque nacional donde queden prohibidas las actividades extractivas. Todas.

La pieza hace un esfuerzo nada disimulado por dividir el mundo en dos: los buenos que son ellos y los malos, es decir, los demás que no piensan como ellos. Incluso si son pescadores artesanales y/o kawéskar.

De la mesa posterior al film participó Estefanía González quien no tardó en manifestar que su misión como profesional y militante de Greenpeace es lograr que las salmoneras se vayan de Magallanes. Hace unos días la propia González se negó a conversar con la gente que la esperaba en Puerto Natales y días después terminó reconociendo que su tripulación omitió algo esencial en la construcción democrática: dialogar con los otros. Escucharlos. Debatir.

González nunca se ha referido a qué ocurrirá y cómo se reemplazarán los cerca de 10 mil empleos vinculados a la salmonicultura y a los 80.000 millones de pesos anuales que derrama la industria en sueldos en Magallanes.

“Corazón salado” será presentado en los próximos días en Puerto Varas y en Santiago, pero no en Puerto Natales. Una nueva ausencia. Otra vez el silencio que explica y otorga.

Escrito por: Claudio Andrade