Este sábado 27 de mayo se llevará adelante en Puerto Natales una nueva marcha en defensa de la salmonicultura. Será apenas 24 horas después de la gran manifestación que se realizó el viernes al mismo tiempo en Puerto Montt, Aysén y Magallanes que reunió a miles de personas en las calles.

En Puerto Natales se sumará una nuevo reclamo que, según sus diversos organizadores, podría ser histórico.

Es que después de las multitudinarias marchas por el gas de 2011, la salmonicultura aglutina por primera vez en más de una década una preocupación general.

Se estima que en la región más de 7000 personas trabajan de modo directo o indirecto en la industria derramando sólo en salarios más de 80.000 millones de pesos anuales. La salmonicultura entrega en concepción de patentes más de 2000 millones de pesos a los municipios de la región y constituye el primer producto de exportación de Magallanes con alrededor de 600 millones de dólares anuales.

A esta altura de los hechos, el sector se ha convertido en la principal fuerza industrial de la Patagonia. En el plazo de una década y media las principales localidades de Magallanes vieron surgir una flamante clase media, una transformación inesperada también para los actores políticos locales que tienen por costumbre prometer este tipo de grandes avances sin lograrlos.

“La salmonicultura tiene puntos de contacto con la Explotadora, pero con la diferencia de que ahora se repartió riqueza de un modo mucho más amplio. Aun así su potencia se deja ver y está en los poros de la sociedad magallánica”, dice un escritor y medioambientalista natalino.

Ayer el senador Alejandro Kusanovic retuiteó el artículo de Zona Zero donde se lee: “Salmonicultura y cambio de la ley de pesca: cientos de personas marcharon por las calles de Puerto Natales”.

Una posición, la de Kusanovic, que contrasta con la de otros políticos de la localidad que se han mantenido en silencio hasta ahora.

En tanto que hoy podían leerse tuits en la red social donde se reclama: “Hoy en Natales se marcha”, entre otros.

Pero la marcha de este sábado 27 es especial por varios motivos. Uno de ellos tiene que ver con la participación de prácticamente todos los sectores de la sociedad natalina. Ya han comprometido su presencia los sindicatos de las empresas productoras, los transportistas, los dueños de embarcaciones de diverso tamaño, la asociación de empresas que brindan servicios a la salmonicultura, los gremios de los pescadores artesanales, representantes del pueblo kawéskar y vecinos que llegarán con sus vehículos particulares al punto de reunión (Camino a Bories con Ruta 4 a las 14,30).

“Va a ser histórico”, no duda en asegurar una persona de la industria.

La jornada será fría pero sin viento y el paisaje frente a la costanera puede disfrutarse en todo su esplendor.

En Puerto Natales pocos olvidan los duros años de desempleo en la ciudad y los reclamos a los gobiernos de turno, militares y democráticos, exigiendo proyectos de envergadura. La llegada del turismo impactó en un principio y vino a ofrecer mejores perspectivas, pero el desembarco de la salmonicultura abrió el panorama de una forma tal vez impensada.

Desde entonces el crecimiento económico de la población ha sido exponencial y para confirmarlo basta con recorrer Puerto Natales cubierto de nuevas casas, vehículos del año e iniciativas comerciales que, dicho sea de paso, ya no dependen de la estacionalidad.

“No entiendo porqué tenemos que perder todo esto que tenemos”, dice una persona en un medio radial.

Por primera vez en su historia Greenpeace, en el abril pasado, no fue bien recibida en Puerto Natales, no por su papel en el universo ecológico, sino por su falta de diálogo y alternativas para con los trabajadores frente a una industria que ha mejorado el estándar de vida de los natalinos. Un gesto y un síntoma de estos tiempos.

Muchos ya hacen cuentas y proyectan imaginando en lo que puede convertirse la región con la llegada de la industria del hidrógeno verde, sumada a un panorama donde ya tienen su lugar el turismo y la salmonicultura.

Podría ser. No es un sueño.