La Cámara Baja rechazó este miércoles en general el proyecto de reforma constitucional que buscaba permitir un nuevo retiro de fondos de pensiones. La iniciativa ovtuvo 63 votos en contra y 48 a favor, lo que implica que no seguirá su tramitación y queda archivada por un año. Además impide que otro texto con ese objetivo sea presentado en el mismo periodo.
La votación en Sala fue precedida por una polémica reglamentaria en la Comisión de Constitución, que también rechazó la propuesta este martes, aunque algunos acusaron supuestas fallas en la tramitación, e incluso una votación «viciada».
La controversia surgió a falta de un texto base para someter a votación: eran 10 proyectos que tienen la misma esencia pero se ejecutan con diversos mecanismos, de manera que se decidió fusionarlos para una sola votación.
Las diferencias fueron tales que debió intervenir el secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, la máxima autoridad administrativa de la corporación, facilitando que se aprobara una propuesta de salida que agregó algunos párrafos al texto que se discutió en la Sala, detallando la diferencia entre las diferentes propuestas.
No obstante, esta solución no dejó conforme al diputado Jorge Durán (RN), que consideró «inaceptable como el presidente de la comisión no ha respetado el reglamento«, por lo que anunció que lo pasará a la Comisión de Ética «por no resguardar el debido respeto de la comisión».
El aludido, el socialista Raúl Leiva, se limitó a sostener que «uno puede tener muchas opiniones, pero el reglamento es uno solo: como eran proyectos distintos y se refunden, se tiene que llegar a un texto base en el comparado para comenzar la discusión. Eso no sucedió ni en el cuarto, ni en el quinto retiro, ni tampoco en el autopréstamo. Vale decir, aquí no se ha innovado en nada, y se ha trabajado y tramitado conforme a la norma».