Al gobernador de Magallanes, Jorge Flies, le sucede algo similar a figuras políticas que por si mismos logran encontrar la aceptación de la ciudadanía, sin mayor esfuerzo. Hay algo que su figura provoca, y que cuando hace contacto con las personas consigue convencer, entregar confianzas, cercanías complejas de desarrollar, y que para cualquier individuo es difícil de lograr en el ámbito de la política. Esa especie de «iluminado» que no necesitaría de mucho apoyo comunicacional para demostrar su trabajo y planificación…
Eso, si habláramos de hace años. En otros tiempos donde la pega comunicacional no solo era subvalorada, si no que además trabajada de manera simple, empleando el formato de periodismo de correo, y tratando de hacer «buenas migas» con algunos reporteros para que no se ensucie la imagen de la autoridad.
Tiempos pasados… Las cosas han cambiado rotundamente. Y quienes pensaban que la política y el poder se seguía jugando en esa cancha fome, sin digitalización, y sin comprensión real de las redes sociales y las variadas plataformas en línea, sencillamente quedó fuera de combate.
La gestión de Flies en términos de planificar la región a futuro, tratando de desarrollar un territorio con mirada moderna y exigiendo sus capacidades de manera profunda, ha sido buena. Más allá de un mal Consejo Regional (salvo algunas excepciones), con una oposición que lo ha sindicado desde hace un par de años como «el niño de azote» del oficialismo local, y con medios como voz oficial en su contra, el personaje Flies ha ido sorteando escollos, enemigos y hasta errores garrafales de sus más cercanos. Como el impresentable caso de su administrador, Christian García. La poca voluntad que se ha puesto desde la Gobernación Regional para aclarar el caso de denuncias de acoso laboral es sencillamente increíble. Tratando de que el tiempo vaya tapando con tierra algo que tiene que ser esclarecido a la brevedad, y que le comenzó a provocar un sangramiento interno a lo menos complejo.
Pero comunicacionalmente, el equipo de Flies está dando señales de haberse quedado en el letargo… En esos tiempos de la Intendencia donde los comunicados podían ser desabridos y con pocos datos, de no más de tres párrafos, con fotos que dicen poco y nada… Tal cual como lo hacen hoy por hoy.
De redes sociales ni hablar. Se ha demostrado un manejo poco pulcro, con desconocimiento de métricas, espacios donde se mueven, personas y sectores desde donde siguen a Flies en sus redes, cometiendo errores infantiles que dejan al descubierto la gran duda de si realmente saben lo que están haciendo.
O si en realidad, conocen el mal pie en el que está la imagen de Flies en redes sociales. Cuestión que cualquier autoridad, o personaje político con pretensiones, debiera tener claro. Con informes, y evaluaciones diarias y semanales de dichos números que hoy son más comunes que un resfriado.
Pareciera, que la mala comunicación tiene forma de virus. Contagia mal, y complica las cosas en demasía. Pero es aún peor, tal cual ha pasado desde un principio con la Delegación Presidencial, y sus vocerías en general, cuando la sordera es fiel compañera. Si no, pregúntenle al ex vocero de Gobierno, ó a la ex delegada, y si siguen así las cosas, habrá varios más a los que se les pueda preguntar cuando vayan dejando los cargos.
Desidia, desinterés, desconocimiento, falta de motivación. Pueden ser tantas cosas las que le ocurren a un equipo de trabajo ó a una autoridad en específico, que lo multifactorial también puede tapar el horizonte. Lo que sí está claro, es que los formatos antiguos en estos tiempos no funcionan. Sobretodo cuando desde el sector contrario ya trabajan hace tiempo para ir socavando la figura del gobernador, y saben de sus vulnerabilidades digitales y comunicacionales.
O despiertan, o el río se los va a llevar, y sin siquiera hacer mucho ruido. Si en serio buscarán la reelección de Flies el otro año ya debieran estar trabajando en aquello. Tener claridad absoluta de sus datos, de sus puntos altos y bajos en redes y medios, de los sectores que más lo apoyan, y los que menos… Pero dejar de darle prioridad al esquema polvoriento y lleno de telarañas que comienza a llenar paredes y computadores.
Osea, Flickr para enviar material a los medios de comunicación…. ¿en serio? Para el mundo digital es sabido que Flickr es un Servicio lento y algo pesado de subida y descarga de imágenes. Bastante obsoleto a nivel social. Sin dejar de lado el grupo de whatsApp de prensa de la Gobernación, donde se anuncian fondos en un comunicado para más de dos mil viviendas sociales, y minutos después se corrige como si nada con un mensaje de wasap diciendo que había un error y que solo eran 1.200 viviendas. De seriedad poco.
Además, con un Claudio Radonich que sigue pensando en la posibilidad de ir a la elección de gobernador regional, la cancha se comienza a marcar pero con tiza de verdad en ámbitos nuevos y que están dejando en el camino a quienes se niegan a aprender y escuchar.
Hay veces que los cambios se deben hacer aunque duela, y dejar de lado cercanías personales y sentimentalismos baratos que la política y la estrategia comunicacional no permite. Menos hoy en día.
Porque estamos en un camino distinto. Que surge de lo antiguo, rescatando lo bueno pero descartando lo malo e insuficiente. Pero donde la voluntad y la autocrítica debe ser bastión.
Si no, el orgullo y la ceguera voluntaria demostrarán que estas líneas tienen mucha razón.