Apenas se conoció el triunfo de la opción “No” la noche del plebiscito del 5 de octubre de 1988, estos tres amigos periodistas decidieron, juntar todos los documentos y borradores que disponían para iniciar la edición de un libro, que a los pocos días de su publicación, había alcanzado un récord de ventas.
La verdad es que el libro “La historia oculta del régimen militar. Memoria de una época, 1973-1988” había sido editado por medio de sucesivos fascículos, en el diario “La Época” a contar de fines de 1987. Desde su primera entrega, se advirtió que no se trataba de cualquier trabajo periodístico. Los autores demostraban en la redacción de cada párrafo, un dominio y un conocimiento detallado de las escenas, de cada situación descrita. Nada quedaba al azar.
Por eso, cuando apareció la primera edición, muchos lectores quedaron asombrados principalmente, por la forma en que se estructuraba el relato en cada capítulo. Parecía como si los periodistas hubieran tenido siempre una grabadora oculta en cada oficina, en cada reunión, en cada diálogo sostenido entre los altos mandos de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas que gobernaron el país después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Precedido de una presentación de José Luis Cea España, y escrito con la velocidad de una novela policial, Cavallo, Salazar y Sepúlveda, estructuran en cincuenta y tres partes, los principales acontecimientos de la política chilena, titulados de este modo: “Los días del poder total”, “Un ministro en la antesala”, Fractura en el piso 22”, “La guerra”, “las cuatro letras del miedo”, “A la cacería del MIR”, “Pinochet tras la Presidencia”, “En el ajedrez del mundo”, “Un ladrillazo sobre Chile”, “Bajo el signo de la cruz”, “El misterio de la ASEP (Asesoría Política)”, “Ahora tras el PC”, “A puñetes con los obispos”, “DINA: los años de gloria”, “La embriaguez del tercer año”, “Promesas en la punta del cerro”, “Cómo se hizo el apagón”, “Asonada en diciembre”, “La noche más larga del 78”, “Ruptura en el frente norte”, “El cuadrillazo de los civiles”, “La caída de Leigh”, “El plan de la victoria”, “Al filo de la guerra”, “Silencio en los hornos”, “El general en la sombra”, “Filipinazo”, “La guerra del subterráneo”, “Gritos en el Cuartel Central”, “La pugna por la Constitución”, “La campaña de los 30 días”, “El año del capitán general”, “Muerte por muerte”, “Fuego contra el dólar”, “El verano duro del 82”, “La bomba en la caja fuerte”, “Colapso el día 13”, “El plan Jarpa”, “Un diálogo inconcluso”, “la reforma que no fue”, “El país bajo sitio”, “Tres cuerpos en Quilicura”, “El camino del Acuerdo”, “Sacudida en Carabineros”, “La vuelta de la hoja”, “La UFA (Unidad Fundamental Antisubversiva) sale a las calles”, “Ataque en la ruta G-25”, “Totus Tuus”, “El Papa pisa Pudahuel”, “La peregrinación por Chile”, “El retorno de Fernández”, “La invisible trama del voto”, “5 de octubre”.
Cada uno de los capítulos enunciados, se desglosa en breves textos que aluden a personajes, tramas secretas, complots. La planificación de aniquilamiento de militantes y simpatizantes de la Unidad Popular; la creación de los organismos represivos del régimen y la lucha sin cuartel con el MIR y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR); el rol de la Iglesia Católica en la defensa de los perseguidos por la dictadura; el delicado tópico de las relaciones internacionales, las fricciones internas entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas.
Algunos capítulos nos parecen inolvidables, entre ellos, el que explica los pormenores que antecedieron a la grave crisis con Argentina en 1978 y que los autores denominan “Al filo de la guerra” o, los párrafos en que rondan las ideas de sabotaje en “Filipinazo”, cuando en pleno vuelo, se ha urdido un plan mundial orquestado por la administración de Jimmy Carter en Estados Unidos, para impedir el aterrizaje del general Pinochet y comitiva en Manila, Filipinas, en marzo de 1980.
Un momento clave para entender las profundas diferencias tácticas entre los comandantes en jefe, en cuanto a los plazos que debía durar el gobierno y al rol de las Fuerzas Armadas en la conducción del estado queda demostrado, en el episodio “La caída de Leigh”. A su vez, la grave crisis financiera que explota en los primeros días de 1983 es desmenuzada desde sus orígenes, en varios actos, con el intempestivo cierre de la Compañía Refinadora de Azúcar de Viña del Mar, en mayo de 1981.
La crisis del modelo económico implementado por jóvenes académicos conocidos como los “Chicago boys”, repercutió de manera generalizada en la sociedad chilena, algo que Cavallo, Salazar y Sepúlveda, cuentan en detalle. A partir de los problemas financieros que sobrevinieron después, se iniciaron las históricas jornadas de protestas pacíficas masivas que socavaron a la dictadura cívico militar y prepararon, la articulación de los partidos políticos opositores al régimen de facto, que se unieron finalmente, para enfrentar al plebiscito del 5 de octubre de 1988, que puso fin a otros ocho años más de gobierno de Pinochet, facilitando de esta manera, el retorno gradual a la vida democrática en el país.
“La historia oculta del régimen militar” fue un libro señero, en lo que se considera como periodismo de investigación. Diez años más tarde, en 1997, la editorial Grijalbo publicó una reedición ampliada del original, cuando los autores de la obra habían incrementado su currículum con varios libros. Por ejemplo, Ascanio Cavallo había editado “Los hombres de la transición” (1992) y “Memorias del cardenal Raúl Silva Henríquez (1991-1994)”. Manuel Salazar, los libros “Guzmán: Quién, cómo, por qué” (1994), “Contreras, historia de un intocable” (1995), “Traficantes &lavadores” (1996). Óscar Sepúlveda, de editor político de “La Época” había pasado al ámbito universitario.
El reconocimiento para este libro vino desde el exterior. El diario “Le Monde” lo catalogó de “Reportaje apabullante”. El ex embajador de Estados Unidos, Harry Barnes, dijo en 1988: “Un magnífico trabajo de periodismo investigativo que ha merecido el reconocimiento nacional e internacional”.
Recordemos que la Sociedad Interamericana de Prensa les confirió a los autores de este trabajo el premio Harmodio Arias, por la defensa de los derechos humanos durante 1987.