Por Jaqueline Palma
Leyendo los medios de prensa regionales de este fin de semana, vemos con asombro e indignación como el alcalde de Natales, Fernando Paredes Mansilla, sin ningún otro análisis sigue llamando “error” al pago de 43 millones de pesos que hizo al Secretario General de la CORMUNAT, Alejandro Velásquez Ruiz.
Próximo a termina este escabroso periodo alcaldicio, sería bien recibido por los natalinos que algún concejal consulte y espere respuesta inmediata, en la próxima reunión de concejo sobre los siguientes “errores”.
1.- Debiera comenzar por explicar, por qué el año 2013, existiendo una amplia gama de profesionales en la ciudad, contrata a Alejandro Velásquez Ruiz, de profesión Relacionador Público del Instituto Santo Tomás, quien pese a contar con 14 años de experiencia laboral, solo había trabajado en Cajas de Compensación, y no contaba con conocimientos ni capacitaciones que lo habilitaran para trabajar a cargo de la salud, la educación y los jardines infantiles de Puerto Natales. ¿Será que lo impresionó la frase “persona de una amplia vocación de servicio público “ que aparece en su escuálido Currículum Vitae?
2.- Por qué una vez finiquitado Alejandro Velásquez, en julio de 2019 pese a los nefastos resultados que presentaba su administración, es vuelto a contratar con fecha 01 de agosto del mismo año, con un sueldo base de $ 3.500.000 y metas tan absurdas como “se pagará el 1% ( uno por ciento mensual) por cada 2000 usuarios percapitados” siendo que desde que se inauguró el CESFAM, el número de inscritos no ha disminuido y crece proporcionalmente al aumento de población que experimenta la ciudad, superando el 2020 los 21.500 inscritos, ganando alrededor de un 30% más de remuneraciones, sin siquiera asistir a trabajar, ya que se encuentra gozando de una licencia médica hace aproximadamente un año. Como si esto fuera poco, el 01 de octubre de ese mismo año, solo 2 meses después de firmado el primer anexo de contrato, firman un nuevo acuerdo, donde Paredes sube el sueldo base a $ 3.600.000 ( tres millones, seiscientos mil pesos) más un bono de responsabilidad de $ 300.000, subiendo en el lapsus de 2 meses $ 400.000 el sueldo base sobre el cual se calculan los ingresos por metas de “gestíon”. Cabe preguntar al alcalde, ¿subió los sueldos a todos los funcionarios de la alicaída CORMUNAT de la misma manera?
3.- ¿Cómo explica el señor Paredes, que en caso de despido, el señor Velásquez debe ser notificado con 6 meses de antelación o de lo contrario su ya abultado nuevo finiquito deberá ser de un 50 % más en caso de no existir este aviso previo; otro error?
4.- En la liquidación de sueldo de Alejandro Velásquez de marzo del 2021, además del incremento del IPC en el sueldo base y en el bono de responsabilidad, figura un bono por gestión de $ 325.000, y una asignación por desempeño de $ 110.000 aproximadamente. Ninguna de estas asignaciones aparece en el contrato ni en los anexos firmados posteriormente. Es error pagar bonos sin que estos se incluyan en el contrato? ¿ A cuántos funcionarios paga bonos de la misma manera? Como controla estos pagos señor Paredes.
5. Para terminar, por ahora, el resumen de esta seguidilla de errores, sería interesante que nos explique, porque los funcionarios del área administrativa de la CORMUNAT, tienen un anexo de contrato con una cláusula de SECRETO Y CONFIDENCIALIDAD, que uno entiende propia de las grandes empresas que venden tecnología, y no de una Corporación que maneja dineros públicos y donde la transparencia y la probidad debieran darse por aseguradas. ¿Qué es lo que deben esconder los funcionarios que deben aceptar una cláusula en sus contratos, que no se extingue con la firma del finiquito, en caso de ser despedidos, si no que implícitamente los amenaza con la posibilidad de ser demandados en tribunales, hasta 3 años después de firmado el finiquito si es que el funcionario tuviera la mala idea de comentar los manejos financieros o personales de su ex empleador. ¿Es esto legal? ¿Es ético?