En medio de la conmemoración del Día de la Profesora y el Profesor, el Gobierno ha dado un paso importante hacia la consolidación de un Sistema Único de Evaluación Docente. Esta acción no solo pone fin a la dualidad en la evaluación, sino que también fortalece la labor pedagógica en nuestro país. La iniciativa, promovida por el Ministerio de Educación y respaldada por la Cámara de Diputadas y Diputados, es un ejemplo de consenso político y un indicador claro de que la educación es una prioridad para todos.
La vicepresidenta de la República, Carolina Tohá, destacó acertadamente que, hasta ahora, coexistían dos sistemas de Evaluación Docente, lo cual, en lugar de mejorar el proceso, generaba una confusión innecesaria. Pasar de dos evaluaciones a una no significa menos evaluación, sino una evaluación más coherente con nuestra visión de educación. Es una evaluación que busca ser una guía para la toma de decisiones, tanto para aquellos profesores que necesitan apoyo como para los que han demostrado excelencia.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, enfatizó que esta ley no solo unifica los procesos de evaluación, sino que también armoniza la evaluación con los esfuerzos de mejora educativa de las escuelas. Esto es esencial para un diseño institucional más efectivo en el ámbito educativo.
Es relevante resaltar que esta nueva normativa no solo se detiene en la evaluación, sino que se inserta en una estrategia más amplia de desarrollo de capacidades en los centros educativos. Esto incluye la implementación de una carrera de trayectorias directivas y una iniciativa para abordar los desafíos cruciales de la convivencia escolar y el bienestar de las comunidades.
La transversalidad política demostrada en este proyecto es un signo de esperanza para la educación en Chile. Esta ley puede marcar un camino hacia la mejora del sistema educativo. Es una responsabilidad compartida seguir trabajando en base al diálogo con todos los sectores políticos. Lo que se aprobó hoy es un punto de partida, y juntos podemos construir un futuro educativo más brillante para nuestro país.
Esta nueva ley no solo simplifica el proceso de evaluación para los profesores, sino que también garantiza la formación continua para aquellos docentes avanzados en su carrera. Además, asegura que los instrumentos de evaluación se ajusten adecuadamente a los niveles y modalidades de trabajo de los docentes. Es un paso fundamental para mantener a nuestros educadores actualizados y en constante crecimiento.
En resumen, esta ley es un hito trascendental para la educación en Chile. No solo unifica y mejora el proceso de evaluación, sino que también marca el inicio de una serie de avances que fortalecerán nuestro sistema educativo en su totalidad. Celebramos este logro y miramos hacia adelante con entusiasmo y determinación para continuar construyendo un futuro educativo excepcional para nuestro país.