Hay un dicho popular que nos recuerda permanentemente que «el sentido común es el menos común de los sentidos». Nada más preciso para tratar de entender algunos hechos que han ocurrido en los últimos días en el mundo de la política local, pero que sin temor a equivocarnos, vienen sucediendo hace muchísimo tiempo.
Mientras algunos integrantes del Partido Socialista, entre ellos seremis, dirigentes y funcionarios de Gobierno, se comían un buen asado en algún quincho de la ciudad (costeado por ellos mismos claro está) a uno de los presentes se le ocurrió que se hagan una selfie, una foto de los comensales presentes para que quede registro para la posteridad. Algo no poco común en estos tiempos. Pero en serio, ¿Será necesario publicarlo en sus redes sociales? No solo por el mal gusto de mostrar comida y trago, si no que además porque mientras se quema una parte de la Isla de Tierra del Fuego, lo que espera la gente es que los representantes del partido de Gobierno estén en menesteres más relacionados con la emergencia que otra cosa.
Estas. por ejemplo, son situaciones que para ellos mismos deben resultar súper normales. Y eso demuestra la desconexión absoluta con lo que sucede en nuestra sociedad. Incluso con las propias emergencias que pueden ocurrir. Coman y beban todo lo que quieran, y a la hora que quieran, pero ojalá el sentido común los invite a hacerlo en privado y sin tanta parafernalia.
Pareciera que les gusta dispararse en los pies.
Mientras tanto, y a propósito de desentendimiento, el alcalde Radonich sigue yendo solamente donde no le pregunten nada, y menos que vaya a tener una contrapregunta a una respuesta. Intentando (nuevamente) echarle la culpa siempre al resto y nunca asumiendo algún error. Antes fue el SAG por los caballos, o los profesores por no querer hacer clases sin que se les pague el sueldo, lo mismo con los asistentes de la educación, o al viento que había cambiado en los últimos años, o algún funcionario municipal que no hace la pega «como corresponde», o a la prensa por haber dicho lo que él mismo dijo sobre su reflexión si postularse o no a gobernador regional.
Nuestra tranquilidad es que el tiempo siempre le da la razón a la verdad…
Y ni hablar del mensaje del Partido Republicano sobre «los verdaderos chilenos». ¿Qué sucede con las personas que no les gusta esta propuesta de Constitución, pero al mismo tiempo son personas honradas, ciudadanos pacíficos y bien intencionados? ¿Estos no son verdaderos chilenos?
Cabe preguntarse si ¿solo los que piensan como los Republicanos son verdaderos chilenos?
Los que votarán en contra son falsos chilenos entonces, no valen lo mismo que los «verdaderos», ¿o es simplemente una intención separatista y que busca instalar el odio entre nosotros mismos?
Si tú no eres como nosotros o no piensas como nosotros te conviertes en un enemigo… Peligroso.
No existe política en esos espacios. Ya no eres alguien que piensa distinto y con el que te esfuerzas en buscar acuerdos, si no más bien un enemigo al que hay que eliminar o sacarlo de la cancha a como de lugar. Ese es el discurso.
Así estamos, mostrando la hilacha cotidianamente, y sin mucho contrapeso. Y responsables no solamente son los partidos políticos, si no también quienes les siguen entregando espacios donde repitan el discurso liviano y conveniente. O por acuerdos, o por ignorancia, o sencillamente por que les conviene también.
