La historia universitaria en nuestra región tiene su génesis a fines de diciembre de 1960 cuando el entonces regidor por la comuna de Punta Arenas, el radical Jorge Cvitanic Simunovic (1913-1971) presentó una moción en la Ilustre Municipalidad, tendiente a crear cursos técnicos en Magallanes impartidos por la Universidad Técnica del Estado (UTE).
La iniciativa se materializó en el verano siguiente. De esta manera, el 2 de mayo de 1961, se iniciaba oficialmente, con las carreras técnicas de Mecánica y de Electricidad, la educación superior en el austro.
Los comienzos de la UTE en la provincia fueron en extremo difíciles. A los consabidos problemas económicos, se agregaba la falta de un local adecuado para impartir las clases. La Confederación Deportiva de Magallanes facilitó dos salas en el segundo piso del Gimnasio Cubierto; después, cuando la matrícula se fue incrementando se tuvo que ocupar varias dependencias de la Sociedad de Instrucción Popular.
En 1963 el ahora diputado Cvitanic consiguió unos recursos frescos por medio de la ley 14.824 los que se emplearon para construir un moderno edificio en un sitio baldío ubicado en las inmediaciones del mítico puente de calle Zenteno en el Barrio Prat.
Los trabajos empezaron en 1964 con los bocetos y el diseño de la nueva infraestructura que coincidió con la designación oficial de la sede local como universidad, decretada por el Ministerio de Educación en 1965, año en que además, la UTE estrenaba la exclusiva carrera de Ingeniería en Petroquímica. Para aquel entonces, la matrícula ascendía a 348 estudiantes. Se recurrió a la oficina de los arquitectos Carlos Bresciani Bagattini, Héctor Valdés Philips, Fernando Castillo Velasco y Carlos García Huidobro quienes se encontraban trabajando en la concreción de la Unidad habitacional Villa Portales y además, ya habían ejecutado otras sedes de la UTE en Santiago (1957-1962), Antofagasta (1959) y Concepción (1960). En Punta Arenas, la firma Dieter Meyer fue la encargada de materializar la obra.
El 18 de abril de 1968, el ministro de Obras Públicas, Sergio Ossa Pretot de visita en la región, señaló: “El fisco ha realizado un esfuerzo gigante, con una inversión de 5.700.000 escudos. Como proyecto arquitectónico es hermoso y audaz. Hay plena disposición de las salas. La UTE magallánica tendrá el primer laboratorio de petroquímica de Chile”.
El flamante campus fue inaugurado el 27 de abril de 1968 por el presidente de la república, Eduardo Frei Montalva, en una solemne ceremonia. A su vez, Héctor Valdés, uno de los arquitectos responsables del proyecto al ser consultado por la obra, sintetizó algún tiempo más tarde: “La idea fue hacer un gran paraguas, considerando el clima y, el acero, fue por la rapidez”. El edificio de 4.140 metros m2 fue construido para cobijar a 400 estudiantes. En 1968 se inauguró también, la carrera de Contador Auditor y en 1972 la de Enfermería.
Un año antes, la comunidad universitaria de Punta Arenas fue testigo de la histórica visita realizada por el líder cubano Fidel Castro Ruz, quien ante un auditórium abarrotado de público, prometía –si las autoridades locales lo permitían-, crear con médicos cubanos una facultad de Medicina exclusiva aquí en Magallanes.
Nada de eso aconteció. Luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al gobierno de Salvador Allende, los militares persiguieron con especial saña a los académicos, administrativos y alumnos de la UTE. En Punta Arenas, las clases se fueron retomando gradualmente, aunque las nuevas autoridades ejercieron un férreo control de las actividades estudiantiles.
En 1981 el gobierno de la época hizo efectiva una reforma educacional en todos sus niveles, que en el ámbito universitario, significó otorgar la autonomía a las sedes regionales de la Universidad de Chile y Técnica del Estado. Así nació el Instituto Profesional de Magallanes primero y la Universidad de Magallanes (UMAG) después, institución fundada el 26 de octubre de 1982.
El pabellón de calle Angamos siguió ocupándose en las carreras que demandaban demostraciones prácticas, como era el caso de los ingenieros eléctricos y los mecánicos, pero, la mayoría de las clases fueron trasladadas gradualmente, al nuevo campus de Avenida Bulnes.
Sin embargo, existían educadores que pensaban en que lo más adecuado era crear un Liceo de corte experimental bajo el alero de la UMAG que cumpliera con varios propósitos, entre ellos, el de formar estudiantes de educación media que vieran en la universidad local el camino más seguro para continuar estudios superiores.
El Liceo fue autorizado a funcionar el 23 de abril de 1999 con cinco primeros medios de treinta alumnos cada uno. Su primer director fue Juan Carlos Judikis Preller. En 2001 asumió la dirección del establecimiento la profesora de castellano Mábel Arratia Fuentes, quien permaneció en el cargo hasta el 2004. En este período se organizaron nuevos cursos y se buscó ampliar la oferta educativa, incorporando un ciclo de Educación Básica. En 2006 el llamado Liceo Experimental de la UMAG (LEUMAG) contaba con una matrícula de veinte cursos de enseñanza media divididos en cinco cursos por cada nivel, además de los primeros tres cursos de enseñanza básica: sexto, séptimo y octavo.
Para marzo de 2014 la planta docente alcanzaba a 56 profesores, que atendían a un total de 694 alumnos, divididos en 325 alumnos de Educación Básica y 369 estudiantes de Educación Media.
La visión del establecimiento es hacer del LEUMAG en la región, a mediano plazo una institución educativa de excelencia, formando niños/as y jóvenes a través de una educación humana y académica, para que éstos al alcanzar su madurez, sean un real aporte a la sociedad chilena.