Una serie de cuestionamientos al Partido Republicano, una autocrítica desde Chile Vamos y lamentos por no haber logrado una nueva Carta Fundamental forman parte de un balance suscrito por 30 figuras de la centroderecha tras el fracaso del segundo proceso constituyente.
A través de una declaración pública, personalidades como los exministros Jaime Bellolio, Isabel Plá y Rodrigo Delgado de la UDI; Ignacio Briones y Gonzalo Blumel, de Evópoli; y los independientes Enrique Paris, María José Zaldívar y Raúl Figueroa, expresaron su descontento tras el resultado del plebiscito del pasado domingo, en el que se impuso la opción En Contra, y profundizaron en las que -a su juicio- son las responsabilidades politicas.
«El domingo 17 de diciembre, la ciudadanía rechazó por segunda vez consecutiva una propuesta constitucional emanada por un órgano democráticamente electo. Aquello no puede dejarnos indiferentes. Constituye un hecho inédito en nuestra historia, sin precedentes a nivel mundial«, señalan en el escrito, según reproduce El Mercurio.
Los firmantes estiman que la opción de una nueva Constitución para Chile se vio frustrada por la «incapacidad de las fuerzas políticas dominantes de alcanzar acuerdos amplios«.
Primero fue la izquierda, en 2022, con un proceso constituyente que «se caracterizó por la radicalidad de sus propuestas y por la debilidad de sus formas democráticas»; pero luego ocurrió lo mismo con la derecha, cuya texto, aunque «notoriamente superior en lo formal y en lo sustantivo (respecto al anterior), y (a que) contenía cuestiones extremadamente valiosas como, por ejemplo, los urgentes cambios que requiere el sistema político en Chile, (…) volvió a ser rechazado«.
«Escribir una nueva Constitución merecía un mayor esfuerzo político en la construcción de acuerdos. En eso, la principal responsabilidad es de quien ostentaba la mayoría y tenía poder de veto: el Partido Republicano», continúan los firmantes, entre quienes figuran los exsubsecretarios Paula Daza (ind) y Juan Francisco Galli (RN); miembros de centros de estudio y pensamiento como Josefina Araos (IES), Cristián Stewart (Idea País), Valentina Alarcón (Fundación Pacto Social), Joaquín Barañao (Pivotes) y Juan José Obach (Horizontal); y otros actores como el economista Klaus Schmidt-Hebbel y el exintegrante de la Comisión Experta Sebastián Soto.
«Pese a las alertas que varios hicieron, (el Partido Republicano) optó por una estrategia que no apuntó a consolidar una base de apoyo al texto a través de acuerdos amplios«, sostienen los críticos.
En cambio, «se optó por una lógica maximalista, lo que se expresó tanto en ciertos contenidos como en las formas usadas (durante el proceso). Algunas propuestas, propias del ámbito de la política pública, no solo se distanciaron de nuestra tradición constitucional, sino que también se alejaron del sentir mayoritario de la ciudadanía«, continúa el escrito.
Por otro lado, admiten, la centroderecha, «salvo excepciones puntuales, muchas veces se plegó a la estrategía impulsada por la mayoría republicana, renunciando a su vocación histórica por los acuerdos. Esa voluntad, motivo de orgullo durante la exitosa transición a la democracia, no tuvo la fuerza suficiente durante el segundo proceso constituyente».
La declaración también incluye un cuestionamiento al trabajo realizado por la izquierda en este segundo proceso constituyente, dado que «desde un primer momento mostró poca o ninguna disposición a alcanzar acuerdos (…) Por lo mismo, también le cabe una cuota importante de responsabilidad».
Finalmente, los firmanes sostienen que «Chile necesita una centroderecha con identidad y proyecto propio, no una centroderecha atrincherada ni mimetizada con proyectos ajenos».
Abogan, en esta línea, por «una centroderecha con vocación de mayoría y una agenda reformista anclada en sus principios; una centroderecha dialogante que, sin renunciar a sus convicciones, apele a su tradición de ser promotora de buenos acuerdos por el bien de Chile», señala El Mercurio.
En un sentido muy similar, el expresidente de Evópoli Hernán Larraín Matte señala, en una entrevista que publica este sábado La Tercera, que «la asimilación con republicanos es el camino al fin de Chile Vamos«.
«El Partido Republicano es inexperto e inepto políticamente, lo acaba de demostrar. Republicanos es un proyecto que entiende la política de manera adversarial: hay amigos y enemigos, hay buenos y malos. Donde un republicano ve a un enemigo, nosotros vemos a un adversario. Son formas distintas de entender la política», señaló el exconvencional Larraín.