Si se repite una mentira con suficiente frecuencia se convierte en verdad, así de simple. Ejemplos hay variados, y hoy por hoy mucho más comunes de lo que nos gustaría. Pero las ganas de ganar elecciones hacen que todo se vaya construyendo en base a falsedades. Directamente falsedades. Esta ley de propaganda con frecuencia atribuida al nazi Joseph Goebbels, también se conoce como el efecto de la «ilusión de verdad».
Se le ha hecho creer a dogmáticos y creyentes de partidos políticos, extremos de derecha, independientes y todo lo que huela a gusto por la política que hay algunas elegidas, o algunos que son mejores que otros sin siquiera tener las aptitudes necesarias, ni los estudios, ni la preparación responsable que debiera tener alguien para conducir los destinos de una ciudad o región.
Son tan peligrosos esos relatos que te van emborrachando hasta que crees que de verdad lo que te dicen es la verdad, o que alguien pudiera tener reales opciones para llegar a un cargo. El caso de la extrema derecha y derecha a nivel local es un claro ejemplo. A través de algunas plataformas digitales disparan sin vergüenza tratándonos de mentirosos a algunos, descontextualizando editoriales, editando videos y jugando a ser Goebbels para ver si alguna o algún ferviente creyente comparte sus barbaridades. Y claro está, siempre hay alguien más fanático o fanática que los propios administradores o financistas de espacios de esta naturaleza.
Así mismo, han logrado engatusar a otros dirigentes de partidos de centro derecha que inocentemente «cerraron» algún tipo de acuerdo para ungir a un candidato desconocido pero que quieren potenciar a toda costa. Inocencia, y falta de claridad sobre el escenario que se viene en la Gobernación Regional.
Si de estrategia se trata, lo ideal sería llevar como coalición de derecha a un solo candidato, y buscar entre cercanos, u otros vinculados a la política local, más candidatos que dispersen la votación y provoquen que Jorge Flies no alcance el 40% que lo dejaría como ganador en la primera vuelta. Están más preocupados de ver quien gana el gallito, aunque pareciera que el gallito ya lo ganó José Barría donde se inscriben de verdad las candidaturas: En Santiago.
Estrategia, no mentiras, ni disparos a lo loco. Pero pareciera más fuerte su pequeño Goebbels interno que una planificación ordenada e inteligente.
El único que tiene opciones de llegar mano a mano a segunda vuelta con Flies por la Gobernación es José Barría. Y eso lo debiera tener claro la derecha completa. El cómo llegar a eso, es tarea de sus asesores y estrategas que seguramente ya piensan en aquello.
Preparación, en todo ámbito. Estrategia y transversalidad. Sin dejar de lado los núcleos duros y fieles que te mantienen en el tiempo.
Saber conversar y provocar acuerdos. La falta de política en las acciones ha hecho que la política tenga una profunda falta de acciones inteligentes y preparadas. Pareciera un trabalenguas, pero la verdad es que para algunos es más conveniente el trabar las cosas y mancharlas, que buscar esa inteligencia perdida o escondida.
Con un progresismo no alineado completamente detrás de Flies por el momento, los planes podrían ser mucho mejores que los que están llevando adelante. Un momento donde muchos piensan que Jorge Flies será reelecto sin problemas, es el momento exacto para poner en marcha una estrategia bien pensada. Porque es cosa de preguntar a muchos en la centro izquierda qué es lo que los hace no apoyar a rajatabla al actual gobernador… Y la falta de cumplimientos de acuerdos y promesas se repite en cada respuesta.
La confianza es enemiga de la estrategia y la planificación. Es cosa de ver cómo se está moviendo la primaria de la centro izquierda para el municipio de Punta Arenas. Lo que hace un par de meses era pan comido, hoy pareciera distinto. Incluso algunos ya conversan que ese pan podría quemarse en la puerta del horno.