Una caravana de funcionarios municipales de decenas de vehículos salieron a las calles de la ciudad en apoyo de las dos trabajadoras despedidas por la administración de Claudio Radonich, hace algunos días. Vehículos y motoqueros se sumaron a la convocatoria de los funcionarios y que apuntó a mostrar a la ciudadanía el descontento con una serie de medidas y acciones emanadas de la actual administración municipal.
La caravana comenzó a partir de las 16 horas e inició su recorrido desde el sector de Avenida Frei y Los Flamencos, hasta llegar al sector de Plaza Benjamín Muñoz Gamero. Fue ahí, en el Palacio Montes, donde los dirigentes de Astramupa dieron a conocer una declaración pública en la cual acusaron a Radonich de una desprolija gestión y a sus funcionarios de confianza de actuar con “hostigamientos” hacia funcionarios y funcionarias.
Fuentes al interior de la municipalidad hablan de un ambiente más que denso, y que hay situaciones gravísimas respecto de cómo es el trato entre trabajadores municipales y el «círculo de hierro» del alcalde. A los despidos de las trabajadoras, se suma la denuncia contra la alcaldesa subrogante, Elena Blackwood, quien reemplazó a Radonich en sus vacaciones posteriormente a haber ganado las elecciones pasadas. Cabe recordar, que también se apunta en aquel caso al administrador municipal, el antiguo funcionario Luis Antonio González, quien firmó los documentos a los que se hace referencia en el escrito que dio a conocer ZonaZero.
No es bueno lo que pasa en la municipalidad, ya que este tipo de situaciones también enrarecen el ambiente (más de lo que ya está) y con un Radonich alejado de quienes lo critican, difícil será resolver el embrollo. Y ahí hay un punto crucial. Ya que el reelecto alcalde que obtuvo 22 mil votos en las elecciones, frente a los 25 mil que obtuvieron sus adversarios (Legaza y Díaz), hoy la ciudad no le dio su mayoritario respaldo. Hubo más gente que votó en contra que a favor de la primera autoridad comunal.
Y lamentablemente, el perfil de Radonich (y ya lo ha demostrado) es simplemente no sentarse a conversar con quienes no están a su favor. El caso de los asistentes de la educación, de los profesores, y de los propios gremios de funcionarios municipales es claro ejemplo. Han pasado meses, sin poder desarrollar reuniones con el alcalde. Una forma de gobernar que poco ayuda en avanzar en comunidad. Sin tropiezos políticos que impidan el bien de la ciudad.
El escenario se pone complejo, sobre todo viendo que las últimas acusaciones contra Radonich vienen desde el propio Consejo Municipal, que ha acusado falta de cumplimiento en los acuerdos adquiridos respecto del Festival de la Patagonia, y en la eterna demora de respuestas -incluso no entrega- de documentos, informes y escritos que han sido solicitados públicamente en las sesiones de consejo.