Como reseñamos la semana pasada, el grupo escultórico erigido a los caídos en los sucesos del 27 de julio 1920, tuvo poco más de cinco años de vida en su estado original antes de ser cercenado –se supone- por grupos vinculados directamente con la oposición política al gobierno de la Unidad Popular y que, participaron después, en los días posteriores al golpe de Estado, (11-IX-1973) denunciando a militantes o simpatizantes de los partidos y movimientos políticos que conformaron la administración anterior, colaborando con los uniformados en detenciones e interrogatorios de los presos políticos, o cooperando activamente con las nuevas autoridades designadas por la junta militar.
Recordemos que una de las primeras medidas adoptadas por el régimen de facto fue la clausura del Congreso Nacional; los alcaldes y regidores de las distintas comunas del país quedaron imposibilitados de seguir ejerciendo sus funciones; en su lugar, se nombraron alcaldes que dependían exclusivamente de los intendentes militares asignados en cada provincia. En Punta Arenas, asumió como primera autoridad comunal el químico farmacéutico Carlos Turina Blazina (había sido edil por decisión popular entre 1941-44) quien llevó a efecto, la orden del general Manuel Torres de la Cruz de cambiar los nombres de calles, plazas, poblaciones, monumentos y monolitos que tuvieran alguna connotación marxista o que podían considerarse como “conflictivos”.
El diario “La Prensa Austral” informaba en su edición del 8 de noviembre de 1973 de los nuevos nombres destinados a varios de los barrios y poblaciones de nuestra ciudad en disposición al decreto 58 emitido por la intendencia de la provincia de Magallanes el 30 de septiembre de ese año. En cuanto a las plazoletas, la denominada Luis Emilio Recabarren, ubicada en la futura población Boric, era remplazada por José Miguel Infante y la antigua plaza Lautaro por José de los Santos Mardones.
En relación a la plaza de la Federación Obrera de Magallanes (FOM) en la reunión sostenida el domingo 26 de mayo en la biblioteca pública N°47 en calle Hornillas 42, miembros de la “Coordinadora 50 años Magallanes” expresaron su preocupación por el destino que tuvo la esfera que representaba el globo terráqueo contenido en la cabecera del monumento. Al respecto, el productor audiovisual Arturo Castillo Cabezas presentó un power point donde ratificaba la postura, que para muchos, se ha transformado en un mito urbano, de que la figura de cemento se encontraría botada en el patio de una casa en calle 21 de mayo conocida como “la araña”.
Durante su intervención, surgieron otros cuestionamientos que nos parece necesario aclarar. En primer término, el autor del conjunto escultórico a la FOM fue el artista serbio, (yugoslavo en aquel entonces) Miodrag Zivkovic (1928-2020) quien diseñó también el monumento al Inmigrante Yugoslavo instalado en otro paño de la Avenida Bulnes –entre Ovejero y Hornillas- el cual fue entregado a la comunidad de Punta Arenas en junio de 1970. Sin embargo, mientras el monumento a la FOM fue levantado enteramente con recursos municipales, el del Inmigrante Yugoslavo fue posible gracias a la donación que hizo el mariscal Tito a nombre de su gobierno para la colonia eslava residente en Magallanes.
La “Coordinadora 50 años Magallanes” hizo suya también, la versión que hemos escuchado desde hace mucho tiempo en el sentido de que fueron integrantes del Sindicato de Dueños de Camiones de Magallanes (SIDUCAM) quienes intervinieron el monumento de la FOM.
Entregamos algunos elementos adicionales que pueden ayudar a reconstruir los acontecimientos que ocurrieron en Magallanes, en particular en Punta Arenas y que tienen que ver, con el patrimonio y la memoria histórica. En este contexto, se vivieron momentos dramáticos en la provincia esencialmente, durante los meses de octubre y noviembre de 1973. A la purga de académicos, docentes y estudiantes en las sedes regionales de la Universidad Técnica del Estado (UTE), el Instituto Nacional de Capacitación, (INACAP) y el Departamento Universitario Obrero Campesino (DUOC); de profesionales, técnicos y obreros de las empresas estatales y de los servicios públicos, unido al cierre obligado de los medios de comunicación cercanos a la Unidad Popular, radio La Voz del Sur, diario El Magallanes, siguió el cambio de nombres de calles, poblaciones, clubes deportivos, a lo que se agregaron los allanamientos masivos, -casa por casa-, que sufrieron dos barrios emblemáticos de Punta Arenas: el Prat, un jueves 11 de octubre y el 18 de septiembre, el sábado 13 de octubre.
Por esos mismos días, sábados 6 y 13 de octubre de 1973, se habría producido la participación de SIDUCAM con las nuevas autoridades como aseguró en una nota solapada el diario “La Prensa Austral” y que dice: “Los camioneros recorrerán las calles de la localidad durante todo el día del próximo sábado, retirando la tierra y el pasto acumulados a orillas de las veredas. Gracias a dicha cooperación, Punta Arenas podrá lucir una nueva cara, con el efectivo aporte de SIDUCAM, cuyos miembros están dispuestos a trabajar durante los días sábados, sin que su labor signifique gasto alguno para la Municipalidad, ya que la entidad se encargará de aportar la mano de obra, a fin de proceder a cargar los camiones”.
De acuerdo con lo expresado por uno de los asistentes, el médico Luis Godoy González, (uno de los hijos del senador Luis Godoy Gómez) una vez retornada la democracia, su padre investido ahora en el cargo de concejal de Punta Arenas (1992-1996) encontró guardada en un sótano donde otrora se ubicaba la biblioteca municipal en los altos del teatro José Bohr, la leyenda que acompañaba al monumento original, y que, a una indicación suya, se procedió a reinstalarla en el monolito de Avenida Bulnes.
En las conclusiones preliminares se determinó continuar las investigaciones acerca de lo ocurrido con el monumento. Se decidió además, designarnos para que realicemos una revisión completa en la prensa regional que incluye desde el inicio de la construcción de la obra en 1967 hasta su intervención y cercenamiento parcial en 1973.