Identidad y decisión propia versus ONG’s [Por Mauricio Vidal Guerra]

7 de septiembre de 2024

La identidad es algo intransable e innegociable. Seguramente para algunos que se fueron por diversas razones fuera de Magallanes, van perdiendo ese sentimiento que te hace sentirte orgulloso de pertenecer, de haber nacido y haber sido criado en esta tierra. De saber leer su mapa humano, económico y geográfico, y de entender y decidir las cosas que necesitamos, o que queramos hacer, comer o producir. Esas decisiones, debieran estar fundamentadas en la visión de los propios habitantes, de nosotros mismos que hacemos nuestra vida y nuestras familias en una región en constante cambio, pero también sufriendo de una permanente invasión de deseos externos que poco y nada toman en cuenta nuestra opinión. Me niego rotundamente a dicha grosería, que además poco entienden incluso las propias autoridades de un Gobierno encabezado por un magallánico.

Una cosa es la ideología, otra muy distinta la responsabilidad que debemos tener para con la ciudadanía y las fuentes laborales estables y que le cambian o mejoran la vida a mujeres y hombres con trabajo y proyección de futuro.

El nuevo impulso que han tenido en las últimas semanas diversas ONG’s ya conocidas hasta la saciedad sobretodo en nuestra región, demuestran una vez más su objetivo ciego en términos de darle fin a la salmonicultura en la zona, y prácticamente en todo el sur del país. La decisión financiada desde distintas fuentes de recursos extranjeros (que en su gran mayoría son un misterio) pelean comunicacionalmente con el fin de que no haya más salmoneras. Así de simple, una avalancha de datos, afirmaciones, ideología, doctrina y un sinnúmero de acciones que buscan atacar al sector productivo más importante que tiene Magallanes en los últimos años.

El solo pensar de manera doctrinaria e individual, sin tener claridad en todo lo que implica el dar por terminada una actividad económica, sin siquiera ofrecer alternativas lógicas o viables, demuestra una irresponsabilidad difícil de comprender. Según el último informe del Banco Central, se confirma lo que se ha venido proyectando desde hace un par de años. El consumo de los hogares registró nuevamente una variación negativa de 0,7%, en línea con el menor gasto en servicios, lo que fue compensado en todo caso en parte por el mayor gasto en bienes no durables. Es decir, bajó el consumo, porque a la vez aumentaron los recortes de contratos laborales sobretodo en el rubro salmonicultor producto de incertezas y las escazas señales para lo que se viene. El que no entiende cómo funcionan los negocios y las inversiones difícilmente entenderá la irresponsabilidad que se está cometiendo hace tiempo.

Desde que comenzó la sordera para ver cómo proyectábamos económicamente la región, lo que hemos visto es a gente encargada y administrando el Estado sin respuestas, sin certezas, sin hablar, sin pronunciarse, con autoridades poco dadas a sentarse sinceramente a conversar y llegar a acuerdos. Es más, durante los primeros años desde la actual administración prácticamente era una odisea conseguir respuestas a preguntas sobre el futuro de la actividad como tal, y sus opiniones personales. Claramente eso ha variado por estos días de campaña electoral. Con discursos distintos, algo convenientes, y muy distintos a los que se espetaban en la anterior campaña, cuando incluso autoridades actuales decían que había que eliminar la actividad de las aguas magallánicas.

Por su parte, la falta de claridad sobre cómo se financian y gestionan los recursos que reciben las ONG’s en nuestro país, obviamente que genera dudas desde hace años, sobre la objetividad de sus informes y la eficacia de sus acciones. Hace mucho rato que hay legisladores afirmando que se debe transparentar los fondos recibidos y sus fuentes, para que se pueda asegurar que el trabajo de estas organizaciones sea percibido como legítimo y confiable.

Pero la moción de los diputados Miguel Ángel Calisto, Jorge Saffirio, Leonardo Soto, y las diputadas Erika Olivera y Joanna Pérez, no ha tenido mayor avance. Tal vez sea porque la norma de aprobarse obliga a las ONG’s a transparentar sus ingresos y mecanismos de financiamiento.

Ahora bien, la pregunta es por qué nuestros parlamentarios en Magallanes no han patrocinado dicha acción, o no se han unido a que se concrete la norma. Siendo nuestro territorio fundamental en el tema que estamos abordando, no se entiende que no se puje por la máxima transparencia a la hora de saber quienes están detrás de la ONG;s que operan a nivel local, y también nacional.

Por su parte en Noruega, el otro gran productor de salmones en el mundo junto con Chile, hace un tiempo el ministro de Pesca y Productos del Mar, Odd Emil Ingebrigtsen, afirmó que quiere más cultivo de salmón en fiordos noruegos y en instalaciones cerradas, para proteger el medio ambiente: “Esto es algo que se verá forzado a avanzar de todos modos. La industria acuícola contribuye al asentamiento y al empleo rentable en toda la costa. Ahora queremos marcar el rumbo para la industria de la acuicultura del futuro”.

Claramente visiones opuestas y que entregan señales para entender cómo estamos.

El titular de Pesca y Productos del Mar finaliza diciendo que se planea presentar una nueva estrategia acuícola: «Aquí, el objetivo del crecimiento sostenible será fundamental. Queremos un desarrollo que también facilite instalaciones cerradas. Los clientes exigen cada vez más documentación sobre la sustentabilidad y el medio ambiente, y aunque sabemos que el salmón de cultivo noruego es una de las cosas más saludables que puede comer, todavía hay quienes pasan por alto ese hecho”.

Claro como el agua…

La diversidad, productiva y energética, es vital y se habla de la boca para afuera hace muchísimos años en Magallanes. Algunos han pasado sin pena ni gloria deambulando en estos ámbitos, y otros tantos siguen de autoridades más bien analizando que generando propuestas o mirando el futuro de manera responsable, o entregando tranquilidad y certezas. Que las campañas no engañen, en estos tiempos de ofertones e ilusiones vanas.

Lo que se necesita acá es seriedad, transparencia, sustentabilidad, y sobretodo gente que quiera interponer por sobre sus creencias e ideología el sano e inteligente equilibrio para no destruir miles de puestos de trabajo, pero al mismo tiempo cuidar nuestro medioambiente de forma equilibrada, responsable, y aprovechando al máximo las nuevas tecnologías que garantizan buenos resultados.

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl