De un pequeño aparato portátil, que llegó a revolucionar las comunicaciones con factores positivos que permiten comunicarnos por el mundo de una forma que jamás hubiésemos imaginado, surge aquí en Chile, una bomba de dimensiones insospechadas y que deja en evidencia conductas, acciones, negocios, intrigas, de insospechadas consecuencias que involucran a todos los poderes del estado, las gestiones que guardan relación con el tráfico de influencias, presiones para nombramientos de Notarios, Conservadores de Bienes Raíces y otros vicios, no creo que sorprendan en demasía a los ciudadanos, porque de alguna forma recorriendo Chile uno se encontraba con apellidos repetidos en diversas ciudades, de quienes ostentaban estas designaciones, que para ser franco, más que designaciones era la entrega de un negocio lucrativo de gran atractivo económico.
Esta bomba traía la confirmación de aquello, pero mucho más, influencias que atraviesan las esferas de los tres poderes del estado y de organizaciones importantísimas que aún no conocemos totalmente, puesto que esta explosión tiene un comportamiento muy lento que nos ira entreteniendo el almanaque por meses, Ministros, Fiscales, Parlamentarios, Funcionarios Policiales, Comunicadores, Funcionarios Públicos, Empresarios, la verdad es que pareciera un pozo sin fondo, lo que un ciudadano bien intencionado tendría que opinar es que esta válvula debe abrirse y proceder a publicar hasta el último detalle de los hechos irregulares, delitos y la clara identificación de quienes los cometieron, sin embargo en horas en que escribo estas palabras, me he informado que ya se comienza a intentar a través de resquicios legales a negar que la fiscalía entregue al máximo tribunal de Justicia antecedentes sobre sus integrantes, esta enfermedad terminal de nuestro sistema alojado en nuestro país tiene una sola cura, la extirpación total de la podredumbre, sino corremos el riesgo de entrar en un periodo irrecuperable, que puede terminar en situaciones peores a las vividas en nuestro pasado reciente.
Los primeros hechos permiten que algunos osados comiencen a identificar estos vicios exclusivamente con un sector político que aparece reiteradamente en los hechos iniciales, sin embargo, creo que la prudencia y algunos antecedentes previos de las relaciones del señor Hermosilla, no aconsejan adelantarse a juicios taxativos que pudieran ir perdiendo sustentabilidad a medida que se conozcan otras intervenciones de este hombre de la justicia, que aparentemente, es ambidiestro con las manos y con los pies, por ello es mejor esperar los acontecimientos con calma e intentar observar con cierta cautela el derrotero que toma este terrible acontecimiento para el país, en medio de un ambiente absolutamente marcado por la violencia existente, el narcotráfico y este misil de insospechadas consecuencias, no veo de donde sacar el entusiasmo para celebrar el cumpleaños de la patria.