Vamos a comenzar esta crónica haciendo una breve síntesis de lo planteado en las reseñas anteriores.
Dijimos, que desde 1843 hasta los últimos días de 1927, Magallanes fue primero una Colonia Penal y luego un Territorio de Colonización. Durante todo este período, el gobierno de Santiago designaba a un Gobernador que asumía la responsabilidad de ser la primera autoridad del pueblo.
Por mucho tiempo Fuerte Bulnes primero, y Punta Arenas después, fueron los únicos enclaves humanos con presencia chilena, ubicados a orillas del estrecho de Magallanes. Los ciudadanos carecían de mayores libertades civiles; no se podían elegir representantes de ningún tipo. Recién, en 1896 en la administración de Manuel Señoret se constituyó la Comisión de Alcaldes (origen de la actual Municipalidad), a partir de la dictación de la ley de 21 de julio de ese año, que dispuso que las platas del territorio, fueran cauteladas por tres vecinos, bajo la supervisión del Gobernador.
Dos años después, el 7 de junio de 1898, el gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren, aprobó el reglamento orgánico que permitió, un mes más tarde, al gobernador Carlos Bories nombrar a los primeros ciudadanos para que ejercieran los cargos de alcaldes: Rómulo Correa, Luis Aguirre y Rodolfo Stubenrauch.
Por otra parte, el 23 de diciembre de 1893 se creó un Juzgado de Letras, permitiendo que la justicia en Magallanes fuera administrada de forma independiente. Anteriormente, esta materia y sus disposiciones, era una prerrogativa exclusiva del Gobernador de turno, secundado por la autoridad religiosa, – los antiguos capellanes de la colonia-, sobre quienes recaía la responsabilidad de llevar cuenta de los nacimientos, defunciones, bautizos y matrimonios, que se produjeran en el pueblo. El primer juez del territorio fue Waldo Seguel López, que ejerció su alta investidura desde el 30 de marzo de 1894 hasta el 21 de abril de 1913.
A grandes rasgos, así funcionó la estructura administrativa de Magallanes hasta que el presidente Carlos Ibáñez, en su primer gobierno, elevó a categoría de provincia al antiguo territorio.
Señalamos también, que Manuel Chaparro Ruminot fue el primer ciudadano que ostentó en propiedad el cargo de Intendente desde el 22 de mayo de 1929. Su antecesor, el coronel Javier Palacios Hurtado, fue, en efecto, el último de los gobernadores designados y el primer intendente natural, desde que se creara la provincia de Magallanes, el 27 de diciembre de 1927, pero no pudo ver ratificada su condición, porque la nueva provincia debió esperar un año y varios meses, a que el Congreso Nacional aprobara una serie de requisitos para situar en la misma categoría al territorio de Aysén, lo que aconteció, como recordábamos, cuando el militar había sido trasladado al norte del país.
Manuel Chaparro escapó ileso del grave accidente de aviación acaecido en las inmediaciones de Agua Fresca, el 7 de febrero de 1930, cuando el “Junkers” que piloteaba el capitán Alfredo Fuentes Martínez, cayó a las aguas del estrecho de Magallanes, pereciendo este oficial y los sargentos Luis Soto y Alfredo Moreno. Tanto Chaparro como el comandante Arturo Merino Benítez, escaparon de una muerte casi segura ese día. Posiblemente en ese momento y en ese lugar, quedó sellado el nacimiento de la Fuerza Aérea de Chile. En efecto. El presidente Ibáñez, al enterarse de la tragedia, solicitó a Merino Benítez retornar a Santiago para dar forma al antiguo proyecto diseñado por el aviador: independizar los servicios aéreos del Ejército y de la Armada, lo que se materializó el 21 de marzo de 1930. Chaparro fue además, el primer diputado que tuvo Magallanes y, como veremos más adelante, nuevamente por algunos meses, Intendente de la provincia, en el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1952-1958).
Mencionamos también en el capítulo precedente, que el presidente Pedro Aguirre Cerda validó el accionar del diplomático Alfredo Rodríguez Mac Iver, ratificándolo en el cargo de Intendente hasta que en agosto de 1940 fue designado embajador ante la República de Uruguay. En su remplazo, el gobierno nombró a Julio Carvallo Casanova como primera autoridad provincial. Fue este hombre, el que dio a conocer, y le cupo el honor de entregar a la comunidad local, los detalles de la promulgación del Decreto Nº1.747 de 6 de noviembre de 1940, que incorporó parte del continente Antártico, al territorio chileno.
Debido al fallecimiento de Pedro Aguirre Cerda, el 25 de noviembre de 1941, se realizaron, en el verano de 1942, unos apurados comicios presidenciales, que certificaron el triunfo del político radical Juan Antonio Ríos Morales sobre Carlos Ibáñez del Campo.
Se vivía la efervescencia de la Segunda Guerra Mundial, que afectó profundamente la economía de Magallanes. Sin embargo, la actividad política, cultural y societaria, se encontraba en su mayor apogeo. Una de las autoridades que mejor interpretó las vicisitudes de la época, fue el contraalmirante Guillermo Arroyo Acuña, nombrado Intendente de la provincia, el 7 de junio de 1943. Se aproximaban varias conmemoraciones de enorme trascendencia para el devenir de Magallanes.