Se presentaron los resultados del Segundo Estudio Nacional de Polarizaciones, sondeo creado en colaboración entre Criteria y 3xi sobre el estado de la confianza (y desconfianza) entre grupos de opuestos a nivel país en temas como política, migración, ingresos, entre otros.
El estudio aplicado a tres mil personas mayores de 18 años, dio cuenta de un cambio en la dinámica política de nuestra sociedad: en promedio, la polarización entre quienes se declaran de derecha y los que se identifican con la izquierda ha disminuido 3 puntos porcentuales. El sondeo también dio cuenta de una mayor disposición al diálogo por parte de los ciudadanos, con un aumento de 9 puntos porcentuales. Además, el estudio reveló que el pasado político del país continúa siendo lo que más divide a la población chilena.
Se destaca un punto de división en torno a la valoración del periodo posterior al golpe de Estado de 1973, que continúa siendo el aspecto más polarizante. “La falta de un relato común sobre nuestro pasado reciente sigue siendo un reto. (…) Pero, la sociedad se muestra más de acuerdo en torno al futuro y también hemos ajustado las percepciones cruzadas que tenemos, lo que muestra un mayor nivel de encuentro”, señaló Camilo Herrera, director de la Corporación 3xi. La segunda edición del Estudio Nacional de Polarizaciones fue realizada con la colaboración de Criteria.
Su director, Cristián Valdivieso, destacó que en cuanto a la polarización política, el sondeo “muestra que las personas están acercando posiciones y alejándose del conflicto. Este hallazgo debería ser tomado muy en serio por los políticos porque puede significar que los mensajes más extremos no conciten la aprobación”. La migración como polarización El estudio también abarcó la migración como nuevo eje de polarización. En su experiencia, el migrante se siente valorado.
En tanto, los chilenos subestiman la diferencia de opinión que tienen con los migrantes. Además, solo un 41% de los chilenos encuestados cree que los migrantes son un aporte importante al desarrollo económico y social del país. En tanto, el 90% de los migrantes creen que ellos sí son un aporte. Por último, un 82% de los chilenos señaló que los beneficios que da el Estado (atención de salud, educación, bonos) deben ser prioritariamente para los chilenos, frente a un 35% de los migrantes que comparte el pensamiento.