San Gregorio y proyecto de H2 Magallanes: Rechazan Estudio de Impacto Ambiental y dicen que no aceptarán evaluación superficial
La Municipalidad de San Gregorio emitió su “rechazo a la actual insuficiencia del Estudio de Impacto Ambiental” respecto del proyecto H2 Magallanes, presentado por TEC H2 Mag Spa, representado por Antoine Liane. “Con su identidad forjada en la actividad pecuaria, un incipiente desarrollo turístico y una estructura comunitaria particular, no puede ser un mero escenario para la inversión”, señalan desde el municipio.
Lo cierto, es que desde que Jorge Flies hace más de cinco años comenzó a promocionar al hidrógeno, la conexión con la sociedad magallánica por parte de la industria ha sido pobre y con profunda falta de sintonía identitaria. No hablar a esta altura, de la casi nula vinculación comunicacional que muestre a los inversores interesados más allá de sus propios negocios, o de los intereses de los incógnitos inversionistas, sería hasta irresponsable mediáticamente. Es decir, la mala gestión en términos de comunicación cada vez está descascarando una imagen que ya era débil desde sus inicios.
Para colmo, el oficio del municipio de San Gregorio apunta a que “en particular de la información relativa al medio humano y al uso del territorio, esta Municipalidad sostiene que el proyecto generará, sin lugar a dudas, unas alteraciones significativas de los sistemas de vida y costumbres de los grupos humanos”. “Inducirá una obstrucción y restricción masiva a la libre circulación y conectividad, así como un aumento significativo en los tiempos de desplazamiento para nuestros habitantes”.
También, señalan en el escrito que la Ruta CH-255 es una “arteria vital amenazada”, y “la columna vertebral de la vida” en la comuna. Esto respecto del trayecto de 170 km que será utilizados de esta ruta para el transporte de cargas sobredimensionadas y volúmenes masivos de insumos y materiales de construcción. Dicen que es “una restricción directa y prolongada de la libre circulación para nuestros agricultores, ganaderos, comerciantes, transportistas escolares, vehículos de emergencia y población en general”.
No solo eso, el municipio apunta que el proyecto generará alteraciones significativas a la calidad de vida de los habitantes de la comuna. Exponen un impacto directo en la Escuela Punta Delgada, como único centro educativo en funcionamiento y sus viviendas de albergue docente. La Posta Rural y Policlínico de Villa Punta Delgada, explican, “verán comprometidos la calidad de su acceso y su entorno debido a la contaminación acústica y atmosférica, impactando la atención de salud de la población”. Hablan de que los bienes comunitarios “verán su uso y goce alterados por el aumento de ruido, polvo y el riesgo vial, dificultando el esparcimiento y la cohesión social”.
Es prudente hacerse la pregunta si ¿todos estos temas planteados por el municipio no se hablaron con los encargados del proyecto? Claramente, la gente de San Gregorio observa con preocupación la debilidad de las propuestas para proteger y mejorar los servicios básicos. “El Estudio de Impacto Ambiental debe proponer medidas de mitigación específicas y robustas para cada uno de estos equipamientos, garantizando la continuidad de sus funciones y la seguridad de sus usuarios”.
Asimismo, la autoridad comunal explica que “la proximidad al Parque Nacional Pali Aike, área de gran valor ecológico, geológico y cultural, es motivo de máxima preocupación y exige un escrutinio particular”. Detallando que en esa línea, los aerogeneradores de 130 metros de altura, generarían “una alteración visual mucho más intrusiva y significativa en el paisaje”.
Demandaron igualmente un Plan de Gestión de Riesgos y Contigencias de alta especificidad, “que contemple la protección integral de estas áreas protegidas ante cualquier incidente”.
La alcaldesa, Jeannette Andrade Ruiz, muestra su preocupación y afirma que “el desarrollo de un megaproyecto de la envergadura de H2 Magallanes en nuestro territorio exige un compromiso sin precedentes con la protección de nuestros habitantes y de nuestro singular sistema de vida. No aceptaremos una evaluación superficial que subestime los impactos profundos en nuestra conectividad, seguridad, tradiciones y calidad de vida”.
