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“La cueca en pelotas” y el Chapulín Colorado [Por Mauricio Vidal Guerra]

La expresión “la cueca en pelota” claramente no alude al concepto de elegancia… En su utilización coloquial describe desorden, confusión o caos, o simplemente descontrol. Obviamente no tiene relación directa con nuestro baile nacional, sino que hace alusión a una expresión popular. Y esa es la sensación que tenemos muchos hoy en día. El país está pasando por una etapa compleja, llena de desconfianzas, y poca credibilidad en sus instituciones y autoridades. Y lo más grave de todo, es que pasan tantas cosas, que muchas hasta se normalizan.

Hagamos un resumen a la rápida, y vamos recordando las cosas que han ocurrido en el último tiempo… El caso Procultura, el caso Convenios, el caso Democracia Viva, el caso Hermosilla, el mal uso de licencias falsas por parte de funcionarios públicos, el tráfico de drogas al interior de la FACH, o las drogas encontradas en reparticiones del Ejército, los maltratos laborales dentro de reparticiones públicas… El escandaloso caso del director de Impuestos Internos que no pagaba contribuciones hace nueve años mientras muchos chilenos hacen esfuerzos sobrehumanos para poder cumplir con un pago que no debiese existir, pero que existe, y más encima el que estaba a cargo de cobrar no cumplía con dicha obligación…

A nivel local las salidas de seremis, el silencio de la Delegación Presidencial en diversos casos complejos protagonizados por integrantes del gabinete regional, el paro de profesores sin diálogos conducentes a una solución, las promesas incumplidas en plazos sobre el mínimo pago del 4% a través de un “bono compensatorio, la entrada al país y a nuestra región de extranjeros ilegales y en muchos casos con prontuario delictual y órdenes de detención pendientes, la junta de firmas que una ex seremi para que no la saquen del cargo, y la ignorancia de varias autoridades que demuestran “sin querer queriendo” que no tienen conocimiento de nuestra propia historia…

Y no podemos olvidar la ridiculez ocurrida con el sicario que alcanzó a estar unos minutos detenidos con un nombre falso que luego corrigieron, el funcionamiento del sistema judicial y sus preocupantes errores…. Y así lamentablemente podríamos seguir y seguir.

Lo más difícil de todo es aceptar que quienes nos deben cuidar no lo están haciendo. ¿Es este un Estado fallido? Una pregunta que muchos se hacen, pero que pocos se atreven a profundizar.

Todo lo anterior, hace que los ciudadanos hayan ido desarrollando en su interior un sentimiento muy profundo de vulneración e inseguridad. La gente se siente pasada a llevar en su intimidad, y se convence de un sentimiento de impunidad que rodea a todos y a todo. Esto, cuando más encima hay un trabajo paupérrimo en términos comunicacionales, se va potenciando y nos va quitando las ganas y la motivación. Se quiere orden y justicia, y solamente nos encontramos con demostraciones de un trabajo mal hecho y lleno de equivocaciones, e incluso de dejar pasar muchas cosas que confirman las malas sensaciones.

¿Esto puede influir en una carrera presidencial y sus resultados? Por supuesto que sí. Y en la elección de nuestros representantes al Parlamento también. Por eso es fundamental revisar quiénes están haciendo la pega, y cuáles son las propuestas o mejor dicho, los actos concretos a corto y mediano plazo para combatir la inseguridad que vivimos.

Pareciera que existe una falta de autoridad, y soslayar aquello demostraría que hay muchos que están en puestos claves pero que no han entendido nada.

Esta “cueca en pelotas” nos ha ido quitando el pudor de enfrentarnos a noticias que son escalofriantes, como los dos homicidios en Punta Arenas en menos de una semana con extranjeros vinculados. Los delincuentes han perdido el respeto a las normas, prevalece el descontrol por sobre el orden y la seguridad. Se han tomado las calles, el centro de la ciudad, las plazas y algunos barrios (todavía son solo algunos), y las reuniones y los análisis siguen, pero las soluciones no se ven.

Nos faltan héroes, personas valientes que puedan y quieran empezar a hacer los cambios necesarios y nos volvamos a sentir seguros, de cierta manera.

A propósito de una de las series de moda… Para Roberto Gómez Bolaños (Chespirito), el significado de héroe no estaba en la ausencia de miedo, sino que en la maravillosa capacidad de superarlo. El Chapulín Colorado, a pesar de su miedo y torpeza, iba al frente y le ponía “el pecho a las balas” de todas maneras. Todo lo contrario a héroes como Superman o Batman que no experimentaban miedo. 

Chespirito decía que el heroísmo era la valentía de enfrentar los problemas a pesar de las limitaciones personales. Es más común de lo que nos imaginamos que los héroes pierden batallas, pero sus ideas y esfuerzos eventualmente triunfan, lo cual es una característica clave del heroísmo. Las persistencia y el aprendizaje de los errores propios… 

El verdadero héroe no es aquel que no tiene miedo, sino el que, a pesar de tenerlo, lo enfrenta y lucha por lo que cree, incluso si eso significa perder en el camino.