El turismo de aventura en Magallanes, especialmente en el Parque Nacional Torres del Paine, comienza a reponerse poco a poco de los efectos de la pandemia. El regreso del turismo internacional a un espacio considerado seguro como lo es la Patagonia, el aumento de los vuelos directos a Punta Arenas y Puerto Natales desde Santiago durante el verano y con frecuencias que se estiran hasta el invierno, el recupero económico del sector, son algunos de los datos que hacen pensar en la próxima temporada 2025/26 con un optimismo moderado, indican fuentes de mercado.

Por otro lado, Puerto Natales será sede de la Cumbre Mundial de Turismo Aventura (ATWS 2025) de la Adventure Travel Trade Association (ATTA) del 13 al 16 de octubre de 2025. Esto significará que más de 1000 personas relacionadas con la cumbre se alojarán por al menos 3 noches en la ciudad. Esto se traduce en unos US$ 75 millones en gastos de alojamiento y en otros US$ 90 millones en comida. Aunque el promedio de gasto por persona por día ronda los US$ 100 de modo que el consumo podría ser mayor.

En 2024, el turismo en Magallanes generó ingresos aproximados de 400 millones de dólares, según estimaciones locales, con una tendencia al alza en 2025 debido al aumento de visitantes, que superaron los 252,000 anuales en Torres del Paine, de los cuales 54% son extranjeros. Este flujo turístico, centrado en actividades como trekking, kayak y cabalgatas, impulsa significativamente la economía regional que se vio golpeada por el Covid y el encierro.

En términos de empleo, el sector turístico en Magallanes sostiene miles de trabajos directos e indirectos que influyen definitivamente en la dinámica social interna. El turismo solo en Torres del Paine y Puerto Natales emplea a unas 5000 personas en temporada alta (diciembre a febrero), en roles tan diversos como guías, personal de hotelería, transporte y servicios gastronómicos, de acuerdo a datos del mercado. Esto incluye empleos en hoteles como Explora, Río Serrano y Tierra Patagonia, enntre muchos otros, así como en operadores turísticos locales que llevan adelante tours guiados por la zona.

En 2024, el ingreso laboral promedio mensual en Magallanes fue de $1.056.485 netos, según la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), superando el promedio nacional de $897.019.

El sector turismo, que incluye ocupaciones como guías, recepcionistas, cocineros, y auxiliares de aseo, emplea aproximadamente a 5.000 personas en temporada alta (diciembre a febrero), según estimaciones basadas en la actividad en Torres del Paine y Puerto Natales.

Aproximadamente el 80% de estos trabajadores (4.000) se encuentran empleados durante gran parte del año. El receso hoy ocurre parcialmente entre junio y agosto de cada año.

Partiendo del ingreso promedio mensual –$1.056.485– la masa salarial anual aproximada del sector turismo en la zona inmediata a Torres del Paine para 2025 sería de alrededor de 50.700 millones de pesos ó US$ 55 millones.

La masa salarial refleja la importancia de un sector que aporta cerca del 10% del PIB regional.

Respecto a las patentes comerciales, la Municipalidad de Torres del Paine reporta un crecimiento en licencias para negocios turísticos, como hoteles, campings y agencias de tours. En 2025, unas 300 patentes comerciales están vinculadas al turismo en la comuna, incluyendo servicios en Villa Cerro Guido y Villa Río Serrano.

En Puerto Natales y Punta Arenas, el número de patentes es mayor debido a su rol como base de ciudades que brindan servicios a visitantes de todo el mundo.

Las patentes comerciales vinculadas a turismo generan unos $ 5000 millones de pesos o cerca de US$ 5 millones anuales en Magallanes, según cálculo porcentuales y de unidades de comercios vigentes.

Estas patentes reflejan la diversificación de la oferta, desde alojamientos de lujo hasta emprendimientos gastronómicos que destacan la cocina magallánica.

En la región hay unas 10.000 camas disponibles (4000 mil en Punta Arenas, 3500 en Puerto Natales y 2500 en el resto de la región), en más de 500 lugares de alojamiento que van de hoteles a casas de familias pasando por pensiones y hosterías, mientras que el sector gastronómico se despliega en unos 400 locales incluyendo restaurantes, cafés y bares, en base a datos públicos conocidos.