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“Mejillones sí, salmones no”: las extrañas piruetas del discurso verde en Tierra del Fuego (Por Claudio Andrade)

Días atrás fue informado que el CONICET está detrás de una serie de estudios en Tierra del Fuego con el propósito, en definitiva, de avalar la producción de mejillones. Se trata de un sector hasta ahora inexistente a nivel industrial en la Argentina y que en países como Chile y China generan millones de dólares y decenas de miles de puestos de trabajo. Pero tienen otra escala.

¿Por qué el CONICET apoya con fuerza la producción de mejillones en Tierra del Fuego? Porque, en su visión, los mejillones necesitan de aguas donde no se produzca salmón. Mejillón mataría salmón en esta hipótesis verde. Serían excluyentes.

De modo que la clase científica y los movimientos verdes encuentran otro motivo para rechazar la llegada de la salmonicultura a TDF como si se tratara de una invasión extraterrestre. En la hipótesis que hoy une a empresarios, autoridades provinciales y ecologistas, Tierra del Fuego puede pasar de aprovechar su especial geografía para producir salmones y dejarle espacio a los mejillones.

En otras palabras, olvidamos un negocio industrial porque hay otro mejor y más artesanal. ¿Es así? Todas estas cosas, no veo porqué, hacen pensar en la película “Avatar” de James Cameron.

La Argentina importa 400 toneladas de mejillones provenientes de la zona de Chiloé y otras 5000 toneladas de salmón de Asyén, Puerto Montt y Magallanes.

Ninguno de los dos sectores tiene producción de relevancia nacional. Y esto no lo cambiará la interesante iniciativa de Newsan en el sur. Vamos a los números.

¿A cuánto el kilo de mejillón en Buenos Aires?

La firma ya envió 10 toneladas a Buenos Aires. La idea es alcanzar las 800 toneladas a fin de año y reemplazar al mejillón chileno por completo. El mejillón se consigue a precios muy dispares en Buenos Aires, entre los 10 y los 25 dólares e incluso más. El mejillón chileno, en cambio, en Santiago o Magallanes se vende en las pescaderías entre los US$ 2 y los US$ 3. O sea hasta 10 veces menos que en la Argentina. Este cornista ha comprado en el sur de Chile choritos por US$ 2 y almejas por US$ 3 el kilo. Allá el kilo de salmón se consigue por US$ 15 en su precio más habitual.

¿Cuánto costará el kilo de mejillón de Tierra del Fuego puesto en Buenos Aires? Si el mejillón nacional llega a costar al público lo mismo que en Chile se trata hoy de un negocio de US$ 30.000 y de US$ 1.200.000 cuando alcancen las 1200. Pero resulta difícil imaginar que el mejillón llegue a precios internacionales a Buenos Aires aun cuando se produzca en territorio nacional. ¿Pasará como con los celulares? Dudas lógicas.

En 2026 TDF podrían alcanzar las 1200 toneladas anuales con la idea de exportar. A esta escalada el beneficio económico y laboral sería muy bajo. De modo que la repercusión económica también resultaría mínima. Excepto para los científicos que investigan y algunos operarios que consigan ese empleo.

Una escala gigantesca para ser negocio

Para que la industria del mejillón sea un negocio y se expanda se necesitan una escala gigantesca. El productor de salmón reciben aproximadamente US$ 1 por kilo vendido al por mayor. En el caso de los mejillones difícilmente llegue a los US$ 0,3 por kilo.

Chile es el segundo productor mundial del sector con 400.000 toneladas. China produce 900.000 toneladas. Argentina 800 toneladas. Es clara la diferencia. Chile genera casi US$ 300 millones por las exportaciones del sector que a su vez ofrece unos 17.000 empleos.

En los 90 Chile producía unas 2000 toneladas. En 2023, pasó a 60.708 toneladas. En 2021 a las 425.000 toneladas. Su industria tiene 35 años de historia.

La industria salmonicultora tiene otros tiempos y procesos. En Magallanes (frente a TDF) comenzó con fuerza hace apenas una década, si bien la historia primitiva se remonta a los 90. En los últimos 10 años lograron 180 mil toneladas y exportaciones por US$ 650 millones. A nivel nacional, entrega unos 86 mil empleos y exporta por unos US$ 6500 millones.

Ante la disyuntiva falsa (creo) de mejillones sí, salmones no, me cuesta trabajo no ver una cuestión ideológica detrás. En el sur de Chile conviven la producción de mejillones con la de salmones.

La apuesta por el mejillón argentino tiene, por ahora, escaso un sentido económico aunque sea una buena noticia.

El sesgo consiste en plantear que es imprescindible no cultivar salmón para producir mejillón. Hoy el mejillón argentino representa el 0,2% de lo que produce Chile y el 0,09 aproximadamente de lo que hace China.

Fuente y fotografía: Mejillón de Chile, ProChile.