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Proyecciones del Banco Central: “baja creación de empleo y un elevado incremento de las remuneraciones”

El Banco Central de Chile publicó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2025, ofreciendo un panorama sobre la economía nacional con algunas proyecciones moderadamente optimistas acerca de su desempeño.

El documento, presentado el 10 de septiembre, destaca una inflación que sigue disminuyendo en línea con las expectativas de junio, alineándose con la meta del 3% a dos años. No obstante, la inflación subyacente ha superado las proyecciones debido a un mayor dinamismo del gasto interno, presiones salariales elevadas y una depreciación del tipo de cambio real (TCR).

En términos de actividad económica, el IPoM ratifica la transitoriedad de los factores que impulsaron el crecimiento a inicios de 2025, ajustando al alza las proyecciones. Para este año, el rango de crecimiento del PIB se sitúa entre 2,25% y 2,75% (frente a 2,0%-2,75% en junio), mientras que para 2026 se estima un rango de 1,75%-2,75% (subiendo 25 puntos base respecto a 1,5%-2,5%).

Para 2027, se mantiene en 1,5%-2,5%. La demanda interna ha mostrado un desempeño sobresaliente, con la formación bruta de capital fijo (FBCF) proyectada en 5,5% para 2025, 4,3% en 2026 y 3,1% en 2027, impulsada por la inversión en maquinaria y equipos. El consumo privado también crece, con tasas estimadas de 2,7% en 2025, 2,3% en 2026 y 2,1% en 2027.

La inflación total se proyecta converger a la meta del 3% en el tercer trimestre de 2026, con un IPC promedio de 4,4% en 2025, 3,2% en 2026 y 3,0% en 2027.

La inflación subyacente, alcanzará 3,7% a fines de 2025 y 3,1% en 2026, reflejando mayores presiones internas. La Tasa de Política Monetaria (TPM), actualmente en 4,75%, será evaluada con flexibilidad, considerando riesgos de persistencia inflacionaria que podrían retrasar su ajuste hacia niveles neutrales.

“(…) la inflación subyacente ha superado lo esperado, en un contexto de mayor dinamismo del gasto interno, altas presiones salariales y un tipo de cambio más depreciado. En esta línea, el reporte eleva la proyección para esta medición de la inflación entre fines de este año y la primera parte del próximo, lo que hace necesario monitorear de cerca cómo evoluciona este componente de la inflación y sus fundamentos”, indica el reporte.

“En cuanto a la inflación, el IPoM proyecta que la convergencia de la inflación total a la meta de 3% se concretará durante el tercer trimestre de 2026, para oscilar en “torno a ese valor en adelante”, agrega.

“(…) los créditos bancarios de consumo mantienen un bajo dinamismo. Así, se prevé que el consumo crecería 2,7% en 2025, 2,3% en 2026 y 2,1% en 2027, respectivamente (2,2% este año y 2% los dos siguientes en el IPoM de junio)”, señala.

“En cuanto al consumo privado, el informe revela que también creció más que lo anticipado, aunque la diferencia respecto de lo proyectado en junio fue menor que en la inversión. Según el documento, su avance ocurre a la par de una evolución favorable de algunos de sus fundamentos, observándose que los ingresos laborales —masa salarial real— han seguido aumentando, si bien a un ritmo menor que en meses previos. Esta composición contrasta una baja creación de empleo y un elevado incremento de las remuneraciones”, sigue.

En el plano externo, el IPoM señala incertidumbre por aranceles globales y tensiones geopolíticas, aunque los efectos hasta ahora han sido limitados. La cuenta corriente se proyecta en -2,6% del PIB en 2025, mejorando a -2,4% en 2026 y 2027. Los precios del cobre (4,30 US$/lb) y el petróleo (68 US$ WTI-Brent en 2025) se mantienen estables en las estimaciones.

El informe resalta un mercado laboral con bajo dinamismo en la creación de empleo, pero con incrementos en las remuneraciones, apoyando la masa salarial real. Las condiciones financieras favorables y la confianza empresarial sostienen la inversión, aunque persisten riesgos de reversión.

Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre de 2025