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“Tendremos que hacer un chequeo de realidad”: El desconcertante mensaje del Gobierno sobre el presente y futuro del H2V

En un giro de tono poco habitual para la agenda energética nacional, el ministro de Energía, Diego Pardow, ha lanzado una advertencia que retumba con fuerza en Magallanes: habrá un ajuste a la baja en los objetivos del hidrógeno verde, ante lo que calificó como un “enfriamiento de la demanda” global. “Es esperable que algunas de nuestras metas se tengan que posponer y en otras, quizás, haya que reducir su ambición”, afirmó el secretario de Estado. 

Este reconocimiento oficial proyecta sombras sobre las expectativas que durante años han posicionado a la región austral como un polo estratégico en la producción de hidrógeno verde. En un contexto marcado por grandes inversiones anunciadas, Magallanes ahora debe prepararse para una nueva realidad que demanda introspección y adaptación.

Realidad actual: promesas frente a desafíos

Durante los últimos años, Magallanes ha sido objeto de atención como territorio ideal para la generación de hidrógeno verde, gracias a condiciones favorables como viento, disponibilidad de espacios y cercanía a rutas de exportación. No obstante, el escenario global ha comenzado a mostrar señales adversas: La demanda internacional por hidrógeno no ha evolucionado tan rápidamente como se proyectaba, lo que ha llevado a empresas del rubro a postergar permisos o replantear plazos. 

Pardow recalca que esas dilaciones “no hay que sobreinterpretarlas, esto es algo normal que ocurre en proyectos de esta envergadura”.  Sin embargo, la decisión del gobierno de anticipar un recálculo de metas indica que detrás de esa normalidad hay una preocupación estructural.

Además, el Ejecutivo plantea que el proyecto de ley que promueve la industria del hidrógeno verde contempla un fondo de créditos tributarios de aproximadamente 3.000 millones de dólares en 10 años. Pero incluso ese “esfuerzo significativo” —según Pardow— debe verse ante la presión de legitimar el retorno económico y energético que se espera de esta apuesta. 

El mensaje es claro: No bastan los anuncios ni los discursos; se necesitará capacidad de adaptación, solidez en proyectos y realismo estratégico.

Visión futura: escenarios para la región austral

El ajuste de metas anunciado no implica necesariamente un frenazo absoluto. Pardow anticipó que parte del proceso incluirá presentar en diciembre del presente año un proyecto de ley para adelantar la descarbonización nacional al año 2035.  ¿Qué pasará con dicho anuncio ad portas de terminar el Gobierno? Difícil saberlo…

Algunos escenarios posibles:

  1. Retraso selectivo de proyectos grandes: centrales o plantas que demandan plazos extensos podrían postergarse, mientras se impulsan desarrollos de menor escala o pilotos más ágiles.
  2. Reajuste en ambiciones de exportación: los volúmenes previstos de hidrógeno para mercados internacionales podrían reducirse, privilegiando desarrollo interno, encadenamientos locales o uso nacional de gases limpios.
  3. Fortalecimiento del financiamiento estratégico: será clave que los fondos estatales y privados se orienten a proyectos viables, con plazos realistas y retorno claro, para evitar pérdidas irreversibles de confianza y recursos.
  4. Transversalidad regional: Magallanes podría diversificar su rol energético, articulando hidrógeno con otras fuentes limpias, almacenamiento, industrias de valor agregado o usos locales de movilidad y calefacción, para no depender exclusivamente del mercado exportador.

Así las cosas, el mensaje del gobierno (“tendremos que hacer un chequeo de realidad”) no es un simple ajuste de lenguaje; es un llamado a analizar nuevamente las expectativas. Para Magallanes, que ha visto en el hidrógeno verde una punta de lanza para su actividad productiva futura, la señal obliga a redefinir estrategias: priorizar proyectos con sustentabilidad real, apurar esfuerzos técnicos y adaptarse a un mercado más exigente y menos lineal de lo proyectado.

Por mientras a nivel local, el gobernador Jorge Flies ha guardado especial silencio. Sorprende ese mutismo de quien hace cinco años era quien llevaba las banderas del desarrollo de la industria del hidrógeno en la región. De un tiempo a esta parte, poco y nada dice de lo que está sucediendo con la industria y las repetitivas trabas con que se ha encontrado la industria. A esta altura, esa actitud también podría tomarse como una señal…

Redacción ZonaZero.cl