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El 2026 para la salmonicultura en Magallanes: ¿Renovación o estancamiento post año de elecciones?

Cuando faltan pocas semanas para las elecciones presidenciales en Chile, la industria de la salmonicultura en la región de Magallanes aparece en un cruce decisivo: entre la posibilidad de relanzamiento y la persistencia de debilidades en el sistema que traba nuevas inversiones.

Magallanes ha mostrado recientemente señales de dinamismo económico —crecimiento del 5,6 % en 2024 y alrededor de 7,5 % en el segundo trimestre de 2025—, impulsado en buena parte por la acuicultura.
Sin embargo, la industria del salmón atraviesa un momento complejo: la producción ha caído de cerca de 167.000 toneladas en 2022 a poco más de 107.000 toneladas en 2024. Aun así, en el primer trimestre de 2025 se registró un crecimiento del 38,6 % en la cosecha de salmón del Atlántico en la región.
Además, la industria local presentó un documento con 17 propuestas al gobierno para mejorar la competitividad en la salmonicultura regional para el período 2024-2029.

Así las cosas, para el año 2026 pueden presentarse varios escenarios, influenciados por factores internos de la región y también por la proximidad de elecciones presidenciales:

  1. Escenario de relanzamiento moderado
    • Con una señal política clara (por ejemplo, agilidad en permisos, zonificación marítima, incentivos) la salmonicultura podría recuperar volumen y confianza.
    • Las exportaciones regionales suben (en el primer trimestre de 2025 crecieron 42,6 % en Magallanes).
    • Inversiones en infraestructura, servicios asociados y diversificación (procesamiento, logística) favorecen empleos y encadenamientos productivos.
  2. Escenario de estancamiento o lento crecimiento
    • Si persiste la incertidumbre regulatoria, concesiones sin avanzar o falta de apoyo gubernamental, la industria puede seguir con producción deprimida, lo que tensiona el empleo y dependencia de la cadena productiva local.
    • Según el gremio regional, “hay una gran incertidumbre sobre el futuro del sector en la región”.
    • Riesgo de que la región pierda ritmo frente a competidores internacionales.
  3. Escenario condicionado por el ciclo electoral
    • En año de elecciones presidenciales, los anuncios de políticas públicas, medidas de apoyo a las regiones y discursos sobre desarrollo regional toman protagonismo. Si la industria logra insertarse en esa agenda, podría beneficiarse de la “fuerza de arrastre” política.
    • Pero también podría estar sujeta a demoras o incertidumbres si hay cambios de gobierno, nuevas prioridades o procesos de transición que paralicen iniciativas clave (zonificación, permisos, inversión extranjera).

¿Qué debe observar la industria y la región?
Claramente certeza regulatoria y permisos: la industria regional ha apuntado a la necesidad de reglas claras para invertir.
Capacidad de diversificación: no sólo producción en volumen, sino más valor agregado (procesamiento, exportación directa, servicios).
Relación con comunidades y medio ambiente: la sostenibilidad y las expectativas locales serán cada vez más un factor estratégico para operar con aprobación social.
Aprovechar el ciclo electoral: integrar la salmonicultura en programas de gobierno o en iniciativas de desarrollo regional puede marcar la diferencia para 2026.

Para Magallanes y su industria salmónicultora, el año 2026 podría ser una oportunidad para recuperar terreno perdido, pero ello dependerá de una serie de factores que están lejos de estar asegurados. En un contexto electoral, donde se redefinen prioridades de política regional, la salmonicultura tiene la posibilidad de convertirse en una carta clave de desarrollo si logra articularse con visión de largo plazo. Pero el riesgo de quedar relegada persiste si el impulso no se transforma en acción concreta.

Redacción ZonaZero.cl