Las elecciones presidenciales efectuadas el 4 de septiembre de 1964, señalaron un cambio estructural en la política chilena. Ese día fue elegido con la primera mayoría, el candidato de la Democracia Cristiana Eduardo Frei Montalva, con el 56.09% de los sufragios, superando ampliamente a sus oponentes: Salvador Allende Gossens, que obtuvo el 38.93% y Julio Durán Neumann que logró el 5% de los votos.
Como sabemos, Frei Montalva recibió el apoyo de los partidos de derecha, conservadores y liberales, que adscribieron a la candidatura del líder falangista, para evitar el triunfo del abanderado de la izquierda, el socialista Salvador Allende.
Frei se convertía así, en el primer presidente elegido sin necesidad de ser ratificado en el Congreso desde la elección de 1932, cuando se impuso Arturo Alessandri con más del 54% de la votación. Recordemos, que cuando nadie alcanzaba la mayoría absoluta, el Parlamento en pleno, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de 1925, debía escoger al Presidente entre las dos primeras mayorías. Así aconteció en las elecciones posteriores, 1938, 1942, 1946, 1952 y 1958.
Apenas llegado al poder, Frei decidió gobernar exclusivamente con miembros de su propio partido, lo que originó una creciente polarización política. En marzo de 1965 obtuvo un triunfo espectacular. La Democracia Cristiana logró escoger a 82 diputados, en lo que se conoció como “Un Parlamento para Frei”. Sin embargo, su administración se caracterizó por enfrentar una violenta oposición, tanto de derecha como de izquierda.
En Magallanes, se especuló mucho sobre el nombre del nuevo Intendente. Algunos sectores esperaban la designación de Abner Castillo Venegas, líder del comando de Frei en la Provincia. Otros sectores vinculados con el Municipio de Punta Arenas, especularon con el nombre del químico farmacéutico Dante Baeriswyl Romualdi.
Para sorpresa de muchos, Frei nombró como primera autoridad al abogado Mateo Martinic Beros. Próximo a cumplir 33 años, se le reconocía como un estudioso y joven profesional. Había publicado decenas de artículos de su autoría en el diario “La Prensa Austral”, colocando un marcado énfasis en la ya consabida problemática regional: el aislamiento geográfico, el desaprovechamiento de los recursos energéticos y naturales, la incomprensión del centralismo emanado de La Moneda.
Apenas asumido el cargo, Mateo Martinic demostró a diferencia de sus antecesores, que no venía a improvisar. En sus seis años al frente del entonces gobierno provincial, se reveló como un discípulo aventajado del proyecto reformista que encabezaba Eduardo Frei, e investido de amplios poderes y atribuciones, ejecutó en Magallanes una administración que muchos, hasta el día de hoy, consideran revolucionaria.
En efecto. Desde su puesto de Intendente, Mateo Martinic promovió una serie de medidas que alteró dramáticamente la administración del territorio magallánico. Creó pueblos, fundó asentamientos. Echó a andar en forma experimental, antes que se publicara la Ley, la Reforma Agraria en Magallanes expropiando 330.000 hectáreas que fueron entregadas a trabajadores rurales, quienes conformaron en el austro las primeras Cooperativas Campesinas que se conocieron en Chile.
Muchas iniciativas impulsadas tendientes a modernizar los aspectos políticos administrativos en Magallanes, fueron incomprendidas en su época, y retomadas más tarde, por la Dictadura Cívico Militar, al momento de sentar los pilares de la regionalización del país, que comenzó a regir desde el 13 de julio de 1974.
Respaldando a su Intendente predilecto, el presidente Frei visitó Magallanes en tres recordadas oportunidades. La primera de ellas acaeció en el invierno de 1967 en que el primer mandatario vino a estrenar extraoficialmente la Reforma Agraria, que cobraría vida legal un 16 de julio de ese año, cuando se puso la rúbrica a la ley Nº 16.640.
Diez días antes, el 7 de julio, Frei en compañía del intendente Martinic y de una nutrida comitiva periodística y de gobierno, inauguraba Villa Tehuelches. De paso, anunciaba que “No habrá Puerto Libre integral para Magallanes”, lo que se interpretó como el principio del fin de aquel régimen de libertad aduanera. La verdad, es que se empezaba a fraguar la idea de reemplazar las disposiciones de la antigua ley Nº 12.008 o de Puerto Libre por la Corporación de Magallanes (Cormag).
Precisamente, Frei retornó al austro en abril del año siguiente, para conocer en detalle los alcances de la nueva entidad, uno de los proyectos icónicos de su administración, que propendía el desarrollo y la autonomía económica de Magallanes.
En esta segunda visita presidencial, Frei aprovechó de inaugurar el moderno edificio de la sede regional de la Universidad Técnica del Estado, ubicado en calle Angamos con Zenteno, en Punta Arenas.
En los días previos, ocurrió una huelga masiva de profesores, organizada a nivel nacional por el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Sute). Nuestra provincia se hizo famosa en el país, porque el Intendente Martinic estrenó el Grupo Móvil de Carabineros para reprimir a los manifestantes.
La personalidad e inventiva de la primera autoridad regional, causó escozor en sus propios correligionarios, que no dudaron en viajar por vía aérea a Santiago, para acusarlo ante el presidente Frei, que en público aceptaba las críticas hacia su “preferido”, pero en privado justificaba y compartía plenamente, cada una de la medidas que tomaba su delfín, el Intendente Mateo Martinic Beros.