Cuando planteamos la importancia de crear un espacio como el Distrito Digital Magallanes, donde se concentren los actores del emprendimiento y tecnología, con la finalidad de crear empresas tecnológicas o Start-up en la región. Nos basamos e problemáticas regionales muy sólidas, como por ejemplo la falta de un ecosistema de emprendimiento tecnológico en la región, una débil coordinación de proyectos y talento digitales, con los incentivos y herramientas de fomento, entre otros.
Por otro lado, también lo conectamos con desafíos, los cuales otorgan un impulso y desarrollo regional por sobre otras regiones, como es crear una nueva matriz productiva para la región, basada en tecnología e innovación, directamente relacionada con la creación de empresas de impacto con base tecnológica como son las Start-up y Scale-up. Uno de los estudios con los cuales basamos alguna de nuestras propuestas presentadas a la opinión pública y el gobierno regional, fue el estudio presentado por Endeavor, sobre las Scale -up en Chile y su impacto. Con la base de este estudio, dio origen a la presentación echa por un grupo de colaboradores de Endeavor y nuestro coterráneo y candidato a la presidencia Gabriel Boric hace un par de días, lo cual causo impacto en los demás candidatos, poniendo en relieve la importancia de este tema a nivel nacional y regional como llevamos planteando desde el DDM.
¿Pero cual es la diferencia entre una Scale-up y una Start-up?
Existe una relación evidente entre una Start-up y una Scale-up, sin embargo, existen ciertas características que las diferencian. La definición literal de startup es “the action or process of setting something in motion”, que en español significa: La acción o proceso de poner algo en movimiento. Una Scale-up en ningún caso está en esas primeras fases de puesta en marcha de una empresa, y ni si quiera es una pequeña empresa que quiere acabar de posicionarse. La Scale-up va más allá. Hablamos de empresas con una idea clara de quien son y como lo hacen, que buscan despegar y
escalar su negocio.
Podemos decir que todas las Scale-ups son Start-ups, pero no todas las Start-ups son Scale-ups. No todos los Start-ups están preparados -o quieren- dar el paso a esta escalada. Tras haber probado todo lo necesario, la empresa ya sabe lo que la hace rentable, por lo que es hora de llevar ese modelo de negocio a otro nivel. Además, este tipo de empresas que tienen el modelo de negocio probado, son muy interesantes, tanto para inversores como para potenciales empleados. Al fin y al cabo, estamos hablando de llevar un modelo de negocio que funciona bien a la champions league, llevarlos mas allá, de las fronteras de la región o país.
Situación en Chile y Magallanes.
Las Scale-ups son claves para el crecimiento y la reactivación económica, tal cual estamos viviendo en medio de una pandemia. Una Scale-up crece al menos 20% al año por tres años consecutivos. Crecer tanto en tan poco tiempo no es sencillo, por lo que entre 2015 y 2018 solo 5.401 empresas chilenas lograron hacerlo, lo que equivale al 1% del total de empresas del país. En ese período, generaron casi 700 mil nuevos empleos, un promedio de 130 trabajadores adicionales por cada empresa de este tipo, donde la mitad de ellas creció al menos 131%. Esto significa que son muy pocas empresas las que generan un gran impacto en la economía, debido a su capacidad de crecer y escalar el negocio. Por esta razón, las Scale-ups tienen un papel fundamental en el futuro de nuestra región, tal cual la
planteamos a través del proyecto del Distrito Digital Magallanes.
Al analizar el desarrollo de Scale-ups a lo largo de todas las regiones del país se observa que la centralización también es un reto en materia de empresas de alto crecimiento. Para el 2018, la Región Metropolitana tenía el 52,5% del total de empresas de esta categoría, seguida por las regiones de Valparaíso y Biobío con 8,2% y 7,3% respectivamente. Santiago no solo lidera la cifra global de Scale-ups con 2.827 del total de 5.401 que lograron serlo al 2018, también cuenta con el mayor número de estas empresas en cada actividad económica.
Nuestra región tiene una posición poco relevante al momento de visualizar el grafico.
Solo tenemos una participación de un 1.3% del 100% nacional, un puesto muy debajo de la tabla. Estos números duros clarifican la posición en relación a las demás regiones. Pero esta estadística, que no tiene discusión, nos pone sobre la mesa la importancia de trabajar y planificar como queremos desarrollar nuestra región de la
mano de empresas con impacto y desarrollo continuo. Ahora bien, analizar el desarrollo nacional y en especial de forma local con los modelos de negocios como las Scale-up, nos propone un llamado de atención, pero
también un lindo desafío para desarrollar, mejorar y posicionarnos como queremos los Magallánicos.
Antes de pensar como creamos Scale-up, y nos posicionamos de una vez por todas a nivel nacional de forma destacada en el ámbito del emprendimiento de impacto y creación de talento tecnológico, tenemos que desarrollar una estrategia y un plan. Y esto significa que lo más importante para iniciar la propuesta es contar con
conocimientos, talentos profesionales especializados y mucha proactividad, y eso significa ir más allá de los compañeros de siempre. Desde ese punto de vista, impulsando y planteando desde hace más de 6 meses con
la creación de un Distrito Digital en Magallanes, donde proponemos como pilares
fundamentales y de forma majadera, como es la creación de talento digital y start-ups
regionales.
Nos llena de optimismo, que lo planteado en el proyecto del DDM y que en sintonia con las nuevas autoridades regionales, lleven adelante un proyecto de desarrollo regional basado en ciencia y tecnología. Donde nuestro proyecto del DDM, ya está siendo radarizado e incorporado al proyecto de desarrollo regional. Pero más allá del optimismo y alianzas generadas con el gobierno, viene lo más importante que es trabajar para crear un espacio, para que todos los interesados conecten, crear talento y desarrollarlo, coordinar a los mas de 25 actores identificados desde el DDM, para que trabajen alineados, y lo más ambicioso, crear una nueva matriz productiva en la región basada en innovación y tecnología, de la mano de talento local, el cual es fundamental para que nuestra región se desarrolle de forma
sostenible y descentralizada.
Magallánicos, el futuro se empieza a inscribir con el presente, no con el pasado, es nuestra hora y tiempo, para ser una región más tecnológica e innovadora, con más oportunidades para nuestros emprendedores y talentos regionales.