Nicolás Butorovic fue mencionado varias veces durante la semana pasada, a raíz del fuerte viento que se registró el jueves en Punta Arenas. Incluso, el alcalde Claudio Radonich intentó explicar los daños sufridos por el temporal citándolo: “Los vientos han cambiado en los últimos años”. Por ello, el climatólogo encuentra necesario hacer las precisiones del caso.
“Los vientos fuertes del oeste siempre empezaban en septiembre y terminaban a mitad de marzo. La característica de estos temporales era que duraban más de ocho horas, hasta 36 horas (…) pero ya en estos últimos cinco años en abril, mayo, junio, julio o agosto hay temporales de viento. Quizás con una menor intensidad, pero con rachas hasta de 100 kph”, explica Butorovic.
Respecto del último temporal, el climatólogo explica que comenzó con rachas de unos 60 kph y que rápidamente sobrepasaron los 100 kph.
“Lo más perjudicial fue que durante casi tres horas y media el viento no bajó de promedio de 100 kph (…) Se mantuvo a velocidad constante, arrachado y eso es lo más peligroso para todos”, explica Butorovic.
Además, agrega que “en los últimos años el clima está bastante loco”, indicando además que el 4 de agosto en Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir se registraron altas temperaturas, las que superaron todos los registros previos para el mes.
Retomando el tema de los vientos, el climatólogo precisa que “las velocidades no han cambiado, se mantienen. Pero el evento se desarrolla muy rápido. Antes las velocidades del viento iban aumentando de manera constante. Pero ahora las rachas suben rápidamente, luego se mantienen y finalmente amaina”.
Respecto de las precipitaciones de nieve, Butorovic recuerda que la última gran nevazón se produjo el 2002 y que luego sólo fue de consideración los eventos de 2015, pero que a partir de ahí hay ausencia casi total de nieve en Punta Arenas.
Por ello, el invierno en la capital magallánica ahora “parece un otoño eterno”.
“Estas cosas traen sus complicaciones”, reflexiona el climatólogo, a lo que añade que seguramente no se repetirán las nevadas que históricamente registraba la capital regional, en años anteriores al 2000.