Iniciamos esta nueva serie después de completar una secuencia de nueve capítulos sobre la figura del Intendente y de sus representantes en el cargo, en el extenso período en que el Territorio de Magallanes fue convertido en Provincia por decisión del presidente Carlos Ibáñez del Campo durante su primera administración de gobierno (1927-1931) hasta el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Aquí tenemos que puntualizar dos cosas. En primer lugar, la mayoría de los libros de historia y los sitios de internet consideran que Magallanes tuvo la categoría de Provincia desde el 22 de mayo de 1929 hasta el 19 de julio de 1974. En estricto rigor, esto es efectivo. Sin embargo, y como hemos afirmado en nuestras publicaciones, el cargo de Intendente de Magallanes fue creado antes de 1929. En efecto. Una vez ratificado el coronel Javier Palacios Hurtado como Gobernador del Territorio, a fines de junio de 1927, se iniciaron las tratativas para transformar a Magallanes en Provincia, lo que aconteció, como sabemos, en los últimos días de ese año. En este sentido, ya a principios de 1928, los medios de prensa locales solían escribir sobre Palacios Hurtado como el intendente Palacios. Ello no debiera sorprendernos, por cuanto el Decreto que oficializaba la nueva denominación para Magallanes sufrió un retraso de dieciséis meses. En síntesis, Palacios Hurtado nunca pudo ejercer oficialmente el cargo, que sí estrenó el jurista Manuel Chaparro Ruminot.
Un segundo punto a destacar, es lo que aconteció inmediatamente después del 11 de septiembre de 1973. Al respecto, consignamos que por espacio de nueve días, hasta el 20 de septiembre inclusive, Magallanes tuvo una Junta Militar paralela a la oficial, de carácter provincial, como aseguró el diario La Prensa Austral, en su edición del 11 de septiembre de 2020, conmemorativa de los 47 años del golpe de Estado.
Una vez disuelta esta Junta Militar provisoria, se constituyó un nuevo organismo que tuvo varias denominaciones, siendo la más recurrida y aceptada, la Junta Provincial Militar Austral la cual ejerció funciones, hasta que comenzó la era de la Regionalización, en julio de 1974.
En esos diez meses, el cargo de Intendente fue suprimido en los hechos. No obstante, los generales del Ejército que dirigieron en esos días la llamada Junta Provincial Militar Austral, Manuel Torres de la Cruz y César Benavides Escobar, a menudo eran mencionados como “Intendentes” por buena parte de los vecinos magallánicos.
Ahora bien. A sólo días antes del Golpe, el general Torres de la Cruz estaba considerado en círculos militares, con Oscar Bonilla, Sergio Arellano, Javier Palacios y Arturo Vivero, como integrante del sector más duro contra el gobierno de Salvador Allende. El diario “La Tercera” publicó el 8 de septiembre de 2013 –a horas de cumplirse 40 años del Golpe- un histórico artículo titulado “El Ejército: al filo del quiebre”, donde se revela que a principios de septiembre de 1973 los complotados al interior del Ejército, “Aún estaban desconcertados con el silencio de Pinochet. Ya pensaban en sobrepasarlo poniendo al frente al general Torres de la Cruz, incluso con el problema nada menor de que estaba destinado en Punta Arenas”.
De modo que cuando ocurrió el golpe de Estado, podemos deducir que la situación era bastante clara en Magallanes. Rápidamente, se habilitaron numerosos recintos de detención y tortura en Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir. En la isla Dawson, en el estrecho de Magallanes, a cargo desde 1972 de la Armada Nacional, la empresa “Jupemar”, propiedad del conocido vecino Juan Pedro Martínez, se encargó de construir el campamento de prisioneros de “Río Chico”. Algunas fuentes aseguran que el criminal de guerra alemán, Walter Rauff asesoró al Alto Mando de la Tercera Zona Naval de aquella época sobre la manera en que debía levantarse una construcción de estas características.
Torres de la Cruz fue trasladado a Santiago, en diciembre de 1973, para asumir la jefatura de Inspector General del Ejército, cargo que ejerció hasta fines de 1974, cuando por discrepancias con el general Augusto Pinochet decidió acogerse a retiro de la Institución castrense.
En su remplazo fue nombrado otro hombre precedido con fama de duro, cercano a Pinochet: el general César Benavides Escobar. Este oficial tuvo un rol protagónico en el golpe de Estado. A Magallanes vino a organizar los distintos servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas y a preparar la nueva división política administrativa que transformaría a la zona en la duodécima región del país. En junio de 1974 recibió al coronel Manuel Contreras Sepúlveda, quien recorrió todas las provincias chilenas para dar a conocer la formación de un organismo autónomo encargado de detener, torturar y obtener información de personas –dentro de la lógica de guerra contra un enemigo interno- de los denominados enemigos del Estado: militantes y simpatizantes de ideas izquierdistas.
Contreras se hospedó en el lujoso Hotel France de Punta Arenas, el cual fue consumido por las llamas, horas después que el militar regresara al norte del país…
Había nacido la DINA.