No ha sido fácil pero comienza a recuperarse el ánimo social en Puerto Natales.
La comuna turística por excelencia está bien acostumbrada a que en estas fechas ya les llueven las reservas hoteleras y comienzan a observarse los primeros turistas de todo el mundo en sus calles.
Las reservan van apareciendo, según fuentes del mercado. No obstante la pandemia todavía es una sombra y una amenaza a doblegar.
En este contexto, los vecinos necesitaban de aire puro, un poco de alegría y, porqué no, baile y música.
Con un control riguroso de los protocolos sanitarios, se vivieron dos días de fiesta en la localidad, organizados por la Dirección de Cultura del municipio, en donde se conjugaron todos estos ingredientes, más una gran feria de artesanías y otros productos. Todo con el Polideportivo Municipal de Puerto Natales como centro y eje.
El viernes 17 y sábado 18 de septiembre pasaron por el escenario principal, afuera del Polideportivo, bandas emblemáticas del folclore como Cormorán y Coirón y el legendario grupo de cumbia Barrabás. Pero hubo mucho más conjuntos que hicieron su aporte. También mostró sus coreografías el estupendo grupo de baile dirigido por Laura Rivera y Rolando Rojel.
Durante horas se recuperaron los juegos populares. Hubo trompo, competencia de tirar la cuerda, volantines en un cielo muy azul, carrera de atados por un pie, a caballito y embolsados. Tampoco faltó la competencia que definió a la empanada más rica de la jornada.
“Está cambiando el ánimo de la gente, eso es bueno, tenemos que trabajar en ese sentido también”, le reconoció la alcaldesa Antonieta Oyarzo a un miembro de su equipo.
Como se escuchó decir en varias ocasiones durante la tarde por los parlantes, todos fueron ganadores este fin de semana de un momento para recordar.
Quedaron postales, sin duda.