La pandemia nos acercó más a la era digital, fue un baño de realidad, y ha sido entender la importancia
de la tecnología, ciencia e innovación para resolver de forma eficiente y sostenible cualquier
problemática en nuestro día a día, sin importar segmento, raza, población o región.
Desde lo más básico, cómo comunicarnos o llenar un formulario sin movernos de casa, hasta las
tecnologías avanzadas como el Big Data, Inteligencia Artificial, etc., que han ayudado a combatir el
Covid-19 y resolver cualquier situación que nos afecte.
Pero por otro lado nos deja reflexiones y tareas por hacer. Dar respuesta a problemática, que a
primera vista nos parecen lejanas, pero nada más equivocado, no solo son una problemática nacional
o internacional, sino muy local, y bien relacionada con nuestra matriz productiva, y es la preocupación
por la extinción de algunos tipos de trabajos, basados en mano de obra repetitiva o extractiva,
directamente relacionada con poca calificación, y por ende salarios bajos.
En Chile, según la OCDE, sólo un 6% de la población tiene las habilidades necesarias para enfrentar los
cambios tecnológicos que se presentan, y un 42% de la población general ni siquiera tiene las
habilidades básicas, como región no escapamos a esta realidad.
Por otro lado, se estima que para el 2030 tendremos más profesiones nuevas, que hoy no están en
nuestro radar y están directamente relacionadas con tecnología, además un 20% de los trabajos y
oficios hoy existentes desaparecerán.
Aquí cobra relevancia lo planteado por el #Distritodigitalmagallanes, donde estos desafíos deben
transformarse en oportunidades para nuestra región de Magallanes, como impulsar un desarrollo de
nuestro modelo económico y productivo basado en tecnología e innovación.
Pero para poner la pelota en el piso y bajar esta reflexión a Magallanes, debemos entender lo
relevante de la educación a temprana edad en temas de digitalización, donde cobra un papel
importantísimo al momento de acercar las ciencias de la computación y las habilidades digitales a los
niños y niñas de nuestra región.
Hoy, nuestro desafío hacia nuestros niños y niñas de la región es acercar los conocimientos necesarios
para que puedan desenvolverse en esta era, en conjunto con democratizar la tecnología, logrando
llegar en particular a aquellos que no tienen acceso a las tecnologías, que más que una opción es una
necesidad y casi diría en estos tiempos un derecho, que ayudara a acortar brechas sociales y entregar
oportunidades tan necesarias para ser una región competitiva, desarrollada y más educada.
Esta nueva educación, la de los humanos de hoy y del futuro debe permitir desarrollar habilidades
tecnológicas, mal que mal las nuevas profesiones están basadas en herramientas tecnológicas y de
entendimiento de algoritmos y diferentes lenguajes de codificación.
Entre varias líneas de acción en el área tecnológica y de innovación, debemos comenzar con un primer
reto, y es que los niños y jóvenes puedan crear, innovar, emprender y desarrollarse en entornos cada
vez más virtuales de la mano de la tecnología e innovación, y apalancados por una política de apoyo
público local.
Ese es el futuro esplendor de la ciencia de la computación y las escuelas son fundamentales para
resolver este desafío como espacio y articulador para comenzar a desarrollar nuestro talento regional
digital.
Desde el Distrito Digital Magallanes, en conjunto con Awakelab, ayudan al sistema público de
educación de Magallanes a conectar con un proyecto tecnológico nacional que dé respuesta a uno de
los retos planteados por el DDM como es acercar el conocimiento tecnológico a nuestros niños y
jóvenes de la región de Magallanes y Antártica Chilena.
