“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia. La verdadera historia. Quien quiera oír que oiga”, dijo Litto Nebbia
Hace un año falleció Alfonso Coñoecar en Río Gallegos, república Argentina, ex minero del carbón en Río Turbio, dirigente sindical en Chile y Argentina, ex concejal de Puerto Natales. Uno de los imprescindibles.
Alfonso Coñoecar nace en la Isla de Chiloé y desde pequeño se dedica a trabajar junto a su familia en diversas labores del campo. A principios de los años 70, durante el inicio del gobierno de la Unidad Popular se integra a una comparsa de esquila y se traslada desde Chiloé a Tierra del Fuego donde trabaja de vellonero.
Le toca vivir en carne propia las duras condiciones en las cuales se desempeñaban los esquiladores y la gente del campo.
El nos relataba que la siguiente temporada regresó al mismo trabajo y, sin dudas, las condiciones habían cambiado, los trabajadores comenzaron a vivir los cambios que estaba desarrollando la Unidad Popular. Contaba con orgullo y emoción esa parte de su vida, su inicio en la izquierda, fue sellado en Tierra del Fuego en medio de la pampa donde nacen los vientos.
Posteriormente, comienza a trabajar en el mineral de Río Turbio en Argentina extrayendo carbón en tiempos en que las dictaduras militares dominaban nuestro continente.
Ayudó a formar el sindicato de mineros en la clandestinidad y, paralelamente, comenzó a militar en el Partido Comunista Argentino.
Sin lugar a dudas esos fueron años difíciles, donde muchas veces terminó en una celda y también sin un centavo en sus bolsillos Ya que la empresa lo castigaba sin el pago del sueldo, pero su voluntad era inquebrantable.
Uno de los episodios poco conocidos de su vida fue cuando ayudó a muchos militantes de organizaciones revolucionarias a salir clandestinamente de Chile cruzando la frontera de a pie en tiempos oscuros de nuestra historia.
También lo hizo con muchos trabajadores chilenos que por un exilio económico no tenían empleo en su patria y les proporcionó trabajo en la vecina república. También ayudó a muchos jóvenes chilenos para que continúen sus estudios en la Argentina.
Para Coñoecar el sindicato era la herramienta que podía beneficiar directamente a los obreros y de cierta manera él aplico así esa herramienta en beneficio de los obreros.
Fue un pilar fundamental para la recuperación de la democracia tanto en Chile como en Argentina y eso no se debe de olvidar, la militancia la predicaba con el ejemplo.
Cuando regresó a Puerto Natales potenció el Centro de Jubilados de los mineros de Río Turbio y el club de la misma institución.
Trabajó para conseguir que las viudas chilenas continúen cobrando pensiones de la mina y logró que mucha gente que no podía jubilar en la vecina república obtuviera ese beneficio.
Coñoecar era un hombre que vivía en torno a sus ideales, gran parte de sus ingresos los destinaba a ayudar a gente de Puerto Natales.
Comenzó a trabajar con dirigentes vecinales y deportivos y en las elecciones del año 2012 logró salir electo como concejal por el Partido Comunista y desde esa vereda trabajó muy fuerte por Puerto Natales y su gente.
Hay que mencionar que logró levantar a su glorioso Partido Comunista de Chile en Última Esperanza.
Sin lugar a dudas, este hombre pudo plasmar en su vida la consecuencia de la izquierda, esa que va contra viento y marea y logra llegar a buen puerto.
Enle año 2016 se re postula pero esta vez no resulta electo, sin embargo, él continúa trabajando en el club deportivo del Centro de Mineros y militando en el Partido Comunista.
El año 2018 retorna a la Argentina para vivir un tiempo con su familia, el año 2019 viaja un par de veces a Chile, para visitar compañeros y a sus amigos.
La última vez que regresó a Puerto Natales fue en el verano del 2020 para una presentación del escritor Jorge Baradit, con salud precaria viajó más de 750 kilómetros en un viaje de ida y vuelta de Río Gallegos a Puerto Natales.
Posteriormente, por el cierre de fronteras y las cuarentenas producto del Covid-19, ya no pudo regresar a Chile.
Fue un hombre que se convirtió en un referente del movimiento obrero de la Patagonia, dirigente social, político, deportivo y concejal en Puerto Natales.
Alfonso es hoy reconocido por el pueblo humilde.
Siempre agradeceré haberte conocido y que me hayas mostrado el camino de la consecuencia y de la honestidad.
Muchas Gracias Coño, lo que me queda muy claro es que el principal homenaje que podemos hacerte es continuar luchando, como tú lo harías.