En la última parte de la administración de Fernando Paredes se gastaron más de 130 millones de pesos sólo en pintura destinada a tres escuelas y el CESFAM de la comuna de Natales sin que quedara ningún registro de cómo se hicieron las evaluaciones de presupuesto o certificados de final de obra y con sustanciales falsificaciones de datos en las medidas de las superficies a cubrir.
El dato se desprende de la ampliación de la denuncia, que sigue la Justicia local, realizada en agosto pasado por la alcaldesa Antonieta Oyarzo contra el ex alcalde, el ex secretario general de la Cormunat, Alejandro Velázquez, y el contratista Fredy Mardones por los delitos de fraude al fisco y administración desleal.
El llamativo número generó sospechas en el equipo municipal de la alcaldesa Oyarzo, puesto que al tiempo que se pagaba, entre 2019 y 2020, una importante suma de dinero a un proveedor directo, Mardones, un conocido del ex alcalde, había urgencias en la estructura municipal y de la Cormunat, que no eran atendidas.
Una investigación interna reveló también preocupantes anomalías en el proceso de contratación de los servicios así como la falsificación de las mediciones de metros cuadrados con el propósito de inflar el presupuesto final.
Estos más de 130 millones además fueron pagados en el acto y contra factura, es decir, una política de pago muy inusual tratándose de un servicio prestado a una entidad pública.
Uno de las falsificaciones de datos más escandalosas ocurrió en 2019 en el CESFAM donde el presupuesto de aproximadamente 71 millones de pesos se basó sobre la falsa proyección de una superficie exterior de 5000 m² y de un patio interno de 1264 m². En realidad, el exterior del centro de salud mide 580 m² y el interior 500 m². De modo que se presupuestaron 5104 m² cuadrados extra.
Por el exterior se pagaron unos 56,5 millones y por el interior otros 14,5 millones.
Todas estas insólitas contrataciones fueron hechas sin ningún tipo de cotización de mercado o evaluación por parte de las autoridades de cada sector acerca de la necesidad de realizar los trabajos de pintura.
En el año 2020 el municipio pintó tres escuelas por un total de unos 65 millones de pesos. No hay mayores registros de cómo se definieron los presupuestos. Algunos funcionarios mencionan un “papelito” donde había anotadas algunas cifras a pagar, pero que no incluían “ni sello ni firmas, nada”.
También se inflaron las superficies. En la escuela de Dorotea se consignaron 1894 m² cuando en realidad son 970 m²; en la Juan Ladrilleros fueron 950 m² contra 650m2 reales; y en la de Seno Obstrucción 900 m² contra 423 m².
Fuentes municipales indican a Zona Zero que todavía no se ha podido confirmar, mediante documentación obligatoria y exigida por la normativa, si el dinero se utilizó efectivamente en la pintura y su mano de obra o, incluso, si ya había otra pintura almacenada en las bodegas municipales.
En definitiva, se trata de otros 65 millones que se gastaron y quedaron en el aire, explican fuentes internas.
El beneficiario de los servicios fue Fredy Mardones, un hombre de confianza del alcalde que brindó hasta hace unos meses tareas de mantenimiento en la caldera de Puerto Edén en otro jugoso contrato con el municipio.