Finalmente el municipio de Puerto Natales fue salvado por la campana. El Consejo Regional (CORE) le otorgó un subsidio de $500 millones para atender las áreas verdes de la ciudad, se informó.

El dinero, en verdad, es para hacer frente a las expectativas de la masa de turistas que llegarán para participar de la Cumbre Mundial de Viajes de Aventura que organiza la Adventure Travel Trade Association (ATTA). Uno de los eventos más importantes del sector nivel planetario.

Basta pensar que el anuncio de Natales como sede fue anunciado, con bombos y platillos, un año atrás en Panamá y que medios de todo el continente se hicieron eco mencionando a la localidad y al Parque Nacionales Torres del Paine. No es factible decepcionar toda esa carga de interés y emociones combinadas.

Hace unos meses un grupo de empresarios natalinos dedicados al turismo visitó a la alcaldesa Ana Mayorga y le informó sobre la cumbre. La autoridad les recordó el lamentable estado de las cuentas públicas, un hecho insoslayable con o sin la cumbre por delante.

Los números de ese déficit han sido objeto de comentarios y modificaciones. Hay una causa judicial en este contexto contra los anteriores administradores. Algunos mencionaban una cifra en negativo de $5000 millones al final del periodo de la Alcaldía Ciudadana. Durante 2025, ya con una nueva administración, trascendió el número de $13.000 millones, incluyendo los déficits de la Cormunat.

Solo de alumbrado público el municipio llegó a adeudar  $612 millones.

¿$13.000 millones? ¿Cómo llegamos a esto? Se trata del presupuesto municipal de un año. La sobre contratación de personal es uno de los motivos más mencionados, entre la clase política local.

Si Puerto Natales fuera un pueblo perdido en la estepa patagónica, entre el coirón y los guanacos, se podría entender que falte dinero y recursos. Pero la ciudad es la “Capital Regional del Turismo”, la “Puerta de entrada a la Patagonia chilena” de más de 200 mil extranjeros por año, y la “Capital de la Salmonicultura”. Nada menor. A pesar de todos estos títulos nobiliarios las cuentas no cierran y uno no percibe que la abundancia propia de estas industrias (dos de las más potentes en el Chile actual) se refleje en la obra pública municipal o la calidad estructural de Natales.

Puerto Natales no está estructuralmente mejor que hace una década. Esto es un problema grave.

Recordemos que los municipios viven de las Contribuciones (cada vez más altas), patentes y permisos municipales. Hace un par de años solo las patentes municipales pagadas por la salmonicultura dejaban a los municipios de Magallanes alrededor de $2000 millones anuales. El presupuesto municipal ha oscilado entre los $8000 y los $14.000 millones en los últimos 5 años.

Durante los 3 años y medio de la administración anterior Natales no vio ninguna obra pública de relevancia y el mantenimiento de la ciudad quedó en sus mínimos.

Llamativos pecados para un zona tan expuesta a la opinión regional, nacional e internacional. La Costanera sigue esperando obras que se prometieron durante la Alcaldía Ciudadana. No hubo ampliación de la CESFAM, tampoco un Polideportivo Infantil, ni la conclusión del esperado ordenamiento urbano con Plan Regulador.

En definitiva, la cuenta global del municipio luce brillantes números rojos desde hace más de 4 años a pesar de que Natales no conoció un periodo mejor en toda su historia. No podemos culpar a la actual administración de esta debacle, pero queda en Mayorga hacer del municipio una organización eficiente que no se dedique a contener las necesidades de empleo de los habitantes. La tasa de desempleo en Magallanes ronda el 5,6% de modo que los municipios no deben operar como una válvula de control respecto de los desocupados en la ciudad. La pobreza: 3,4%.

No hay peor síntoma para una economía como la natalina que empezar a depender de los presupuestos municipales para sostener el empleo. Más aun pensando en que los salarios directivos superan incluso los del sector privado donde las tareas pueden ser mucho más delicadas y requerir formación especializada.

“Este financiamiento representa un verdadero respiro para el municipio. Nos permitirá no solo mantener el carácter turístico y visualmente atractivo de Puerto Natales, sino también redestinar fondos para pagar sueldos atrasados y potenciar otras áreas clave para el desarrollo local”, dijo la alcaldesa en referencia al aporte del CORE.

En rigor, tomando en cuenta la posición de Natales, con cientos de empresas turísticas o vinculadas a la salmonicultura en pleno funcionamiento, el municipio debería tener un perfil mucho más empresarial que el que actualmente exhibe.

Por ahora estamos salvados. El municipio tiene $500 millones para no quedar en evidencia frente a los más de 1000 visitantes que se sumarán a la cumbre. Pero el problema de fondo subsiste. Y hay que resolverlo.