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El presidente Gabriel Boric “discrepa” con el Banco Central sobre el salario mínimo y el desempleo

El Presidente Gabriel Boric expresó su desacuerdo con el último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de Chile, que subraya un impacto negativo de la reducción de la jornada laboral a 40 horas y el aumento del sueldo mínimo en el empleo formal.

En el programa “Descabelladas” de UChile TV, Boric afirmó: “Tengo una discrepancia respecto a la visión que plantearon en el IPoM sobre las consecuencias de políticas sociales importantes, como el aumento del salario mínimo y su relación con el desempleo”.

Aunque reconoció la autonomía del Banco Central, insistió en que estas medidas han mejorado la calidad de vida de muchos trabajadores.

Boric destacó que el sueldo mínimo pasó de $350.000 a $510.636 durante su gobierno, incentivando la formalización laboral.

En la visión del mandatario, la creación de puestos de trabajo con salarios más altos empuja a la formalización. Aunque admitió que ha habido destrucción de empleo, principalmente informal. Además, subrayó que su administración ha creado cerca de 600.000 empleos, pese a la compleja recuperación económica postpandemia.

El Banco Central, por su parte, estima que el alza del salario mínimo y la ley de 40 horas han elevado los costos laborales, reduciendo el empleo formal en un 1,5%. Esta discrepancia refleja un debate sobre el impacto de las políticas laborales en un contexto económico desafiante.

La implementación de la ley de 40 horas, que reduce progresivamente la jornada laboral, ha sido una bandera de Boric. Sin embargo, el Banco Central advierte que esta medida podría desincentivar la contratación en sectores con márgenes estrechos, como las pymes, que representan una gran proporción del empleo en Chile. Este contraste pone en evidencia la tensión entre los objetivos sociales del gobierno y las proyecciones económicas más cautelosas del ente autónomo.

Por otro lado, Boric defendió que el aumento del sueldo mínimo no solo beneficia a los trabajadores, sino que también estimula la economía al incrementar el poder adquisitivo. No obstante, analistas del Banco Central sugieren que el alza de costos laborales podría generar presiones inflacionarias y afectar la competitividad de ciertas industrias. Este debate continuará siendo clave en la evaluación de las políticas públicas del gobierno.