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Dan luz verde al primer proyecto de combustibles limpios de HIF Chile, pero el avance real de la industria aún genera dudas

La región de Magallanes marcó un nuevo hito en su camino hacia la transición energética. La Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) aprobó por unanimidad la regulación ambiental para la construcción de la Planta de Combustibles Limpios de HIF Chile en Cabo Negro, una inversión estimada en más de 830 millones de dólares que permitirá producir e-combustibles a partir de hidrógeno verde.

El proyecto contempla la generación de e-metanol, e-gasolina y gas licuado sintético, utilizando energía eólica, agua de mar y captura de dióxido de carbono desde el aire, con la meta de posicionar a Magallanes como un referente mundial en energías limpias.

Las autoridades regionales celebraron la aprobación como un paso histórico. El Gobierno Regional destacó que este avance “marca un antes y un después para la economía local”, al abrir una nueva industria con potencial de exportación y generación de empleo, mientras que representantes de la empresa señalaron que se trata del “inicio de una transformación energética real para Chile y el mundo”.

Sin embargo, junto al entusiasmo, surgen advertencias sobre el alcance concreto del hito. Tal como analizó recientemente ZonaZero, la aprobación del SEA no necesariamente implica que el desarrollo de la industria esté asegurado. Detrás de los titulares aún persisten trabas administrativas, vacíos normativos y una permisología lenta que podría frenar los plazos y expectativas que se han instalado en torno al hidrógeno verde.

“La aprobación del proyecto de HIF marca un hito, pero no un punto de llegada. El riesgo es que se instale la idea de un avance masivo que, en realidad, todavía no se traduce en actividad industrial efectiva”, señala el análisis de ZonaZero, que advierte sobre un posible “espejismo” de progreso.

De hecho, el propio Informe Consolidado de Evaluación (ICE) emitido por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) incluyó observaciones sobre infraestructura, suministro energético, disponibilidad de agua y requerimientos logísticos que deberán resolverse en etapas posteriores.

Mientras tanto, Magallanes se consolida como territorio pionero, pero también como campo de prueba de un modelo que deberá demostrar que es sustentable y viable más allá de la teoría.

 Entre la esperanza y la cautela

  • La esperanza: HIF Chile es el primer proyecto de gran escala aprobado en la región. Representa la posibilidad de reconvertir la matriz productiva de Magallanes y abrir un polo de desarrollo energético de proyección global.
  • La cautela: Aún falta infraestructura, certezas regulatorias y condiciones portuarias. Sin una política pública clara y coordinación intersectorial, el riesgo es que la región quede a medio camino entre la expectativa y la realidad.

El desafío, coinciden expertos y autoridades locales, será transformar la aprobación en ejecución, y el entusiasmo en resultados concretos. Porque más allá del simbolismo, el verdadero éxito del hidrógeno verde en Magallanes dependerá de que el desarrollo llegue al territorio y a su gente.

Redacción ZonaZero.cl